Trinidad Ortega: «Ha existido un complot inflado desde la dirección andaluza contra mí»

Se acercó a Podemos en la primavera de 2014. Quiso «aportar» para «cambiar la política», movida por «unos principios» que la «emocionaron». En enero de 2015 ganó unas Primarias y se convirtió en la secretaria general de la formación morada en Jaén. Esta semana ha dimitido de su cargo, con «la cabeza alta». En medio, ilusiones en el suelo, tras haber sufrido, dice, una campaña de «acoso».

–Ha denunciado que ha padecido vejaciones por parte de compañeros de partido, ¿a qué se refiere en concreto?

–Cuando entré en Podemos entendí que era el partido de la diversidad, la libertad de expresión, la democracia participativa y que íbamos a respetar y a aceptar las opiniones de todos, aunque llegáramos a consensos a través de debates. Pero en lugar de eso, se me han mandado mensajes continuos del tipo «a la señora Trinidad Ortega y su camarilla le viene grande el nombre de secretaria» o «no he visto persona más incapaz»; se me han lanzado adjetivos como inepta, inútil, ineficaz, negligente, nula, inservible, incompetente, vana, estéril, improductiva, apestada...; se me ha llamado cáncer o veneno y se ha usado mi imagen en montajes con la palabra ETA. Me han vejado a través de las redes sociales, WhatsApp y Telegram, generando odio en compañeros que ni me conocen.

–¿A qué lo achaca? ¿Cuál cree que ha sido el motivo?

–Lo he pensado mucho y el único que encuentro es que no han aceptado que fuera la secretaria general. Hay personas que participaron en las Primarias que gané en otras listas y que desde un principio me dejaron muy claro que su objetivo iba a ser ir a por mí. Ha existido un complot inflado desde la dirección andaluza contra mí, un cerrar los ojos a lo que he padecido por parte de los órganos directivos regionales y estatales.

–¿Apunta a la secretaria general de la formación en la comunidad, Teresa Rodríguez?

–Apunto a nuestra secretaria general y al secretario de Organización –Jesús Rodríguez–, conocedores de la situación, en especial la primera, a quien se la he trasladado en varias ocasiones y le he pedido por favor que lo parara.

–¿Tuvo respuesta?

–No y la presión fue en aumento. Tengo pruebas de ello. Como no podía soportarlo más, decidí dimitir y es lo que he hecho.

–Ha presentado una denuncia en la Policía, ¿En qué situación se encuentra?

–Se está encargando la unidad de delitos tecnológicos, que me ha traslado que tenga paciencia. Tienen que desentrañar lo sucedido, pero sí va a pasar a un juzgado.

–Tras su salida, ¿ha tenido alguna muestra de apoyo?

–De mis compañeros muchísimas, incluso algunos me han comunicado que viven situaciones similares en otros municipios de Jaén y otros puntos de la comunidad, y algún mensaje de ámbito nacional. Pero de los órganos del partido no he tenido ninguna. Tampoco la esperaba. No he decidido dejar el partido y dimitir debido a una rabieta, como en algunos medios se ha podido decir. Me presenté a las Primarias porque mis compañeros me lo pidieron y me voy, a pesar de que algunos querían que me quedara, porque ya no soportaba más los ataques que recibía. Todo tiene su principio y su fin. Ahora miraré los toros desde la barrera.

–¿Ha tenido algo que ver en lo que relata lo sucedido con Andrés Bódalo –ex concejal de Podemos en Jaén que el partido respalda, pese a haber ingresado en prisión por un delito de agresión–?

–Los descréditos, la amenaza y el acoso fueron en aumento a lo largo del tiempo en el que ha participado en el partido. Tengo algún que otro mensaje por parte de la Secretaría General de Andalucía en los que me preguntaban si lo iba a apoyar en su candidatura.

–¿Y lo hizo? ¿Cuál es su posición en ese asunto?

–No soy jurista, pero entiendo que una persona que antes de entrar en Podemos estaba imputada por un delito de violencia, tiene que saber que está incumpliendo algunos preceptos del código ético y no participar en determinados procesos por responsabilidad. Pablo Echenique –actual secretario de Organización estatal– mandó una resolución diciendo que en el caso de Bódalo efectivamente se estaba incumpliendo el artículo 1 de ese código. Luego se retractó, pero son hechos demostrables que están ahí. Yo comuniqué a la prensa que había recibido muchos mensajes de gente de mi provincia que no estaba de acuerdo con las palabras de apoyo y de orgullo del secretario general –Pablo Iglesias– acerca de este señor. Decir eso me trajo muchos quebraderos de cabeza, afirmar que respetaba las palabras de Iglesias, pero no las compartía. Sigo sin hacerlo

–¿Qué opina de que Diego Cañamero lo sustituya como número 1 en la lista por Jaén?

–Su perfil puede atraer como sindicalista, pero entiendo que en política se necesitan más competencias que la de ser una persona reivindicativa y mediática. Participar en unas elecciones al Congreso es para elaborar leyes y para ello hay que empezar por respetar la ley, algo que a la persona que se presente se le presupone...