ERE
Un debate sobre la comunidad en la cota más alta de paro y corrupción
Griñán tiene difícil defensa ante las irregularidades del «caso ERE» e «Invercaria»
Sevilla- A mediodía del próximo miércoles comenzará, con el discurso de apertura de Griñán, el primer Debate sobre el Estado de la Comunidad de la IX legislatura y también el primero en el que Zoido se medirá como jefe de filas del PP-A con el presidente de la Junta. Dos jornadas de trasunto parlamentario en las que ni los más optimistas confían en que, entre el enfrentamiento partidista, pueda brotar algún acuerdo. El debate llega en el momento en el que el paro y la corrupción han escalado hasta una cota histórica. Andalucía cuenta con casi un millón y medio de parados (el 36,87 por ciento según la última encuesta de la EPA). Sólo Ceuta está por delante en este funesto ránking. En corrupción no hay medidores objetivos. Pero «el caso de los ERE», con más de mil millones que han escapado al control en una década y otra ringla de procesos judiciales –Invercaria, Bahía Competitiva...– convierten a Andalucía en un valladar judicial de difícil parangón.
El Debate sobre el Estado de la Comunidad tiene una repercusión mediática de corto alcance. Pero cuenta de cara a la reafirmación interna de los líderes de cada formación. El papel del bipartito está cantado. Griñán y el portavoz parlamentario de IU, José Antonio Castro, levantarán el «catenaccio» para despejar las críticas a la gestión de la Junta y desplegarán, como en otras ocasiones, una ofensiva contra las medidas del Gobierno central que perjudican a Andalucía: la reforma laboral, la aplicación del sistema de financiación, el reparto del déficit o los recursos contra la subasta de medicamentos.
Para Zoido el debate es una oportunidad de dar un golpe en la mesa y acallar, al menos temporalmente, los vientos de fronda sobre la candidatura. Intencionadamente o no, Zoido se autodescartó claramente como candidato a la Junta en una entrevista radiofónica en la pasada Feria de Abril de Sevilla. Entre concurir a la Junta y a la Alcaldía de Sevilla, dijo tenerlo claro. Prefería lo segundo. El movimiento de los barones del PP se ha intensificado desde abril. El nombre del candidato difícilmente se haga esperar más allá de este año. Las Europeas de mayo de 2014 como límite máximo. Mientras tanto, Zoido tiene que cuidar de que no se le desmande la manada.
Zoido no ha acabado de cogerle la medida parlamentaria a Griñán. El presidente andaluz, con todos los vientos en contra –corrupción, desempleo, recortes, estrechez presupuestaria– sigue agarrado al precipicio. Tiene dos asideros: la confrontación con el Gobierno central, y la contraprogramación a la hoja de ruta de Rajoy con decretos de calado mediático a los que IU ha estampado su impronta, como el que hace frente a la exclusión social, que garantiza tres comidas a los escolares en riesgo de pobreza; o el de función social de la vivienda, que contempla expropiación temporal de inmuebles y multas para bancos e inmobiliarios con edificios vacíos. En la dialéctica parlamentaria también ayuda a Griñán una oratoria curtida y eficaz.
A Zoido le sobran los flancos de ataque. El más potente y mediático, y donde Griñán está más desprotegido, es en el arbitrario y discrecional reparto de fondos por parte de la Junta. Esta constatación es difícilmente rebatible. Los casos «ERE» e «Invercaria», en plena ebullición judicial, han deparado recientemente revelaciones sumariales de gran calado. En los ERE, con el pago de más de 50 millones de euros en comisiones que las empresas mediadoras los repartían entre un entramado de bufetes de abogados, testaferros o empresas pantalla. El dinero llegó en forma de maletines frente a un bar del Parlamento. Se trataba de fondos para ayudas a empresas en crisis y prejubilaciones. La tasa de paro en Andalucía ya es conocida: casi el 37%.
Griñán, por otra parte, aún no ha despejado las dudas de su posible implicación en el caso. Le llegaron 15 advertencias de la Intervención y él mismo se vanaglorió en el Parlamento de haber acabado con los abultados desfases presupuestarios que estaba generando el «fondo de reptiles».
El dinero de Invercaria iba destinado, teóricamente, a fortalecer el tejido productivo andaluz. Los testigos a los que ha llamado en las últimas semanas a su despacho el juez Gutiérrez Casillas han declarado por la inversión pública de 1,69 millones de euros en un portal digital que iba a aglutinar a las pymes andaluzas y que no llegó ni ponerse en marcha. Andalucía ha perdido más de 20.000 autónomos desde que estalló la crisis. Es probable que Griñán guarde en la manga algún golpe de efecto en forma de plan o incentivo económico. Pero la Junta ni siquiera ha evaluado los planes que puso en carga en el Consejo monográfico de empleo de febrero. Una de las medidas anunciadas ese día fue un bono joven de 400 euros. Hasta agosto no estarán seleccionados los beneficiarios. La ausencia de reformas o el retraso en su implementación será otro puntal de ataque de Zoido.
Promesas en el cajón
Pacto frustrado
En el discurso de investidura de mayo de 2012, el presidente andaluz propuso un gran un pacto, centrado en el empleo, en el que participararan los agentes sociales y todas las fuerzas políticas. «Busquemos entre todos nosotros puntos de coincidencia en distintos aspectos que resultan de singular importancia para Andalucía», señaló. El Pacto por Andalucía se ha reducido a acuerdos sectoriales puntuales. Griñán no ha sido capaz de acercar posturas con la oposición. Se reunió en enero con Zoido en el Palacio de San Telmo. Hubo buena sintonía, pero a partir de ese momento el diálogo se atascó. Griñán prometió un acuerdo «sin dogmas, sin pensamiento único», pero ha quedado sólo en una bonita declaración de principios.
Abuso de decretos ley y ninguna de las 28 leyes prometidas
Una crítica constante de Griñán a Mariano Rajoy es que gobierna a golpe de decreto ley. Es justamente lo que ha hecho la Junta en esta legislatura. El bipartito ha aprobado hasta 13 decretos ley en poco más de un año. Sin embargo, aún siguen esperando las 28 leyes que Griñán prometió en su discurso de investidura llevar al Parlamento. La primera en aprobarse será la Ley de Transparencia. Nada se sabe de la Ley Integral de Agricultura o de Eficiencia Energética.
Sin noticias del Instituto de Crédito
Uno de los más graves problemas de las pymes es la ausencia de financiación. Por ello Griñán prometió en su investidura crear un Instituto Público de Crédito. Está sin desarrollar.
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