Pediatría

Un estudio alerta de que el 23 por ciento de la población infantil andaluza es obesa

Investigadores del Instituto de Investigación Biomédica de Málaga hablan de «pandemia»

Una vida saludable es fundamental
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Un 23 por ciento de la población infantil andaluza presenta sobrepeso u obesidad, según advierten los expertos para incidir en la necesidad de prevenir el desarrollo de patologías cardiometabólicas en edad adulta.

Según la coinvestigadora responsable del grupo «Diabetes, obesidad y otros factores de riesgo vascular. Enfermedades autoinmunes sistémicas», María Rosa Bernal, es necesario conocer dentro del ámbito familiar «las herramientas necesarias, tanto nutricionales como físicas, que ayuden a estos menores a implantar para el resto de su vida hábitos de vida saludables».

Bernal detalló las conclusiones iniciales de un estudio elaborado en la población infantil andaluza que tutelan investigadores de la Unidad de Gestión Clínica de Medicina Interna del centro hospitalario y del Instituto de Investigación Biomédica de Málaga (IBIMA), y que apunta a que la obesidad es un problema «con tintes de pandemia».

En el estudio participan 130 menores de entre 4 y 9 años de Málaga capital con el objetivo de prevenir la obesidad gracias a la dieta mediterránea y el ejercicio físico.

Así, el proyecto mide parámetros tanto a nivel analítico como de composición corporal y de grosor íntima-media carotídea para determinar «si, a través de la intervención con deporte y una alimentación sana, se producen modificaciones epigenéticas, lipidómicas y metagenómicas».

Tras un primer análisis, el estudio, que tendrá una duración de tres años, determinó que los participantes realizaban poco ejercicio físico con un alto nivel de sedentarismo debido al consumo de muchas horas de las nuevas tecnologías y un bajo consumo de alimentos saludables.

En una primera toma de contacto, observaron que 949 menores padecían obesidad y que, parte de ellos, presentaba una alta resistencia insulínica e hiperinsulinemia compensatoria, con una elevada ingesta lipídica y escasa de vitamina D. Además, sus perfiles lipídico y glicémico presentaban niveles sanguíneos por encima de los valores normales.

«Encontramos que el 30% de nuestra población tenía ya un aumento del grosor de la íntima-media carotídea al inicio del estudio. Estamos analizando si la situación ha revertido tras la modificación del estilo de vida durante este primer año en nuestra población», concluye el documento.