Elecciones andaluzas

Un grupo de trabajo con «efecto placebo»

El PSOE acepta una mesa por el pacto educativo pero la de la ley electoral sigue en el limbo dos años después

El portavoz de Cs y líder de esta formación en Andalucía, Juan Marín (Foto: Manuel Olmedo)
El portavoz de Cs y líder de esta formación en Andalucía, Juan Marín (Foto: Manuel Olmedo)larazon

El PSOE acepta una mesa por el pacto educativo pero la de la ley electoral sigue en el limbo dos años después

La creación de un grupo de trabajo es una de las formas más elegantes de mandar un asunto a ninguna parte. Hay ocasiones en las que resulta que un grupo de trabajo se sustancia en un plazo razonable en un acuerdo concreto. Suele ser una excepción. Esto último ha ocurrido esta legislatura con el grupo parlamentario sobre financiación autonómica. Arrancó en septiembre del año pasado y la Cámara andaluza aprobó a principios de marzo la propuesta que ratificaron todos los grupos salvo Ciudadanos. La celeridad se debió a que se trataba de un asunto prioritario para el Partido Socialista ya que la reforma del modelo de financiación se ha convertido en la principal línea de fuego con el Gobierno central. La Cámara aprobó ayer la creación de otro grupo de trabajo para impulsar un pacto educativo. En este caso la iniciativa tiene menos visos de llegar a algún puerto visto el clima de desencuentro de la sesión vespertina del miércoles, en la que PSOE, Cs y PP tumbaron la Proposición de Ley de Podemos e IU para el blindaje de la educación con el 5 por ciento de la inversión presupuestaria; y visto el clima que se respiró ayer en la Cámara autonómica en las tradicionales preguntas a la presidenta de las doce de la mañana.

La iniciativa la registró en la Cámara Ciudadanos, toda vez que el pacto educativo es una de las medidas contenidas en el acuerdo de investidura que firmó esta formación junto al PSOE en junio de 2015 y posibilitó a Susana Díaz acceder al Palacio de San Telmo. La propia presidenta dijo en su discurso de mayo de ese año en el que solicitó la confianza de los grupos lo siguiente: «Desde el diálogo de toda la comunidad educativa seguiremos apostando por la participación democrática de todos los sectores implicados en la educación para mejorar el proyecto educativo andaluz. Por ello les propongo que trabajemos desde ya en la consecución de un pacto por la educación andaluza, que blinda un sistema de calidad cuyas señas de identidad sean la excelencia, la inclusión y la igualdad y que logre afianzar alianzas para sellar ese necesario consenso en un pacto educativo a nivel nacional».

Díaz avanzó durante su debate con el líder de Cs, Juan Marín, que su formación votaría a favor de la iniciativa que se debatió por la tarde, con lo que estaba garantizada una mayoría suficiente que se reforzó con el respaldo del Partido Popular. Sin embargo, no es la primera vez que este voto afirmativo del Partido Socialista se convierte en una suerte de «efecto placebo» para los socios de investidura. De investidura y no de gobierno, tal y como remarca la presidenta de la Junta. El Parlamento también contó con los votos a favor del PSOE para la creación de un grupo de trabajo que propuso Ciudadanos sobre la reforma de la ley electoral. Fue el 3 de marzo de 2016. Hace ya por tanto más de dos años. Las maratonianas sesiones en las que se han pronunciado numerosos expertos y catedráticos de derecho constitucional ha servido hasta el momento para poco ya que el PSOE circunscribe la reforma a un acuerdo global del arco parlamentario que nunca se ha buscado con un interés real puesto que los dos principales partidos –PP y PSOE– son los grandes damnificados. La propia presidenta adquirió personalmente el compromiso de impulsar esta reforma en una reunión que mantuvo con Juan Marín en el Palacio de San Telmo en mayo de 2017. Fue por tanto antes de la aprobación de los Presupuestos de este año, la última bala para ejercer presión que tenía Cs en la recámara.

En el terreno educativo Susana Díaz hizo ayer repaso de los logros conseguidos en la legislatura pero puso dos líneas rojas: la necesidad de una financiación adecuada; y –como respuesta a Podemos e IU– que «no se confunda blindaje de la educación con brindis al sol». Tildó en este sentido la iniciativa de los dos grupos de la bancada de izquierdas como «irresponsable y oportunista». «Yo no quiero el cinco por ciento, quiero más, pero lo que no quiero es engañar a la gente».

«Poquita influencia ha tenido Ciudadanos –deslizó por su parte Juanma Moreno– si después de tres años esta formación está pidiendo un pacto educativo».