Una respuesta tardía e insuficiente

El Consejo de Gobierno dedicado de forma monográfica al empleo resultó ser lo que se esperaba, así que no hay posibilidad de sorpresa. Las medidas anunciadas ayer, en gran parte producto del reciclaje de planes ya iniciados, son una tirita a la grave hemorragia laboral que sufre la comunidad. La acción del Gobierno andaluz para hacer frente al desempleo pretende crear, en el mejor de los casos, 42.000 puestos de trabajo. Andalucía, sin embargo, cerró 2012 con 1.442.600 desempleados o, lo que es lo mismo, una tasa del 35,86 por ciento, que en la provincia de Cádiz superó el trágico listón del 40 por ciento. Volviendo al mejor de los escenarios, la actuación del Ejecutivo de Griñán apenas reduciría en un 3 por ciento la tasa de parados, en el supuesto improbable de que no creciera en los próximos meses. Actúa por tanto de forma insuficiente la Junta. Pero es que, además actúa tarde. Muy tarde. Ha sido en el Consejo de Gobierno número 38 de la XI legislatura cuando la Junta ha dedicado mayor atención al empleo. Y esta atención debería haber sido transversal y constaste, dada la situación de verdadera alarma social en la que se encuentra la comunidad. Más que el confeti de nuevos planes, la Junta debería pagar en tiempo y forma a sus proveedores y ejecutar las partidas que pinta en los Presupuestos. No olvidemos que el Servicio Andaluz de Empleo (SAE), a fecha de 30 de noviembre, apenas había ejecutado el 41,8 por ciento de las políticas laborales. 443,3 millones de 1.059. No es una excepción. En 2010, la ejecución fue del 66 por ciento y en 2011 apenas llegó al 42,49 por ciento. Éste es el verdadero y grave problema.