Valderas dejará de liderar IU y genera incertidumbre en el bipartito andaluz

La «voluntad» de Valderas es irse. Y el deseo de varios sectores dentro de IU es que lo haga.

La «voluntad» de Valderas es irse. Y el deseo de varios sectores dentro de IU es que lo haga. Esas dos circunstancias son clave para que el coordinador general de la coalición de izquierdas deje su cargo en la XIX Asamblea Andaluza del partido que se celebrará entre el 14 y el 16 de junio próximos.

Valderas se ha mostrado esquivo en estos últimos meses cada vez que se le ha preguntado sobre su futuro político. Ayer, en un encuentro organizado por la Asociación de Periodistas Parlamentarios de Andalucía en la Cámara fue algo más claro: «Yo tengo un compromiso con mi organización hasta la próxima Asamblea», dijo. Reiteró que su «voluntad» es marcharse y que es «complicado» que alguien le tuerza ese deseo.

¿Por qué no cierra de manera taxativa la puerta a una reelección? Valderas aguarda acontecimientos. Asegura que no quiere «ungir» a su sucesor y que será una «decisión colectiva». A la espera de que se aclare la persona que liderará el proyecto, el actual coordinador general «no cierra la puerta». Un movimiento masivo dentro de la coalición en defensa de su continuidad le haría replantearse su situación. Y por eso no se aparta del todo.

En cualquier caso, esa opción parece lejana. Dentro de la federación de izquierdas, sólo el Partido Comunista tendría la fuerza suficiente para blindarle en el puesto. Por si acaso, Valderas aseguró que, pese a lo que sostienen algunos sectores, los estatutos de IU sí le posibilitarían seguir, en virtud de una decisión de la Ejecutiva Federal que permitiría a los cargos que cumplieran tres mandatos –como es su caso– optar a la reelección cuando hubiera una mayoría que demandara su continuidad. La CUT-BAI e Izquierda Abierta están en contra.

El futuro dentro de IU de Valderas afectaría al Gobierno andaluz. El vicepresidente de la Junta perdería poder orgánico dentro de su partido, por lo que su labor de «puente» entre PSOE e IU se podría ver comprometida. Valderas aseguró que no afectará siempre que se respete el acuerdo de Gobierno que incluye medidas concretas y que, en cualquier caso, si la nueva dirección decide otra cosa, él la aceptará. «Soy un demócrata», argumentó.

Pese a que estos movimientos pueden afectar a la estabilidad en el Ejecutivo andaluz, el consejero de Administración Local y Relaciones Institucionales manifestó que no ha hablado al respecto con José Antonio Griñán, «porque él tampoco me comenta temas de su partido» e insistió en que no está «atado» a la Vicepresidencia.

La nueva dirección de IU, «renovada», deberá aspirar, según Valderas, a alcanzar «la hegemonía política de la izquierda». Ese objetivo une a toda la coalición, pero el camino para lograrlo genera tensiones. La mayoría cree que desde el Gobierno andaluz es más fácil la «interlocución» con la sociedad, mientras que otro sector considera que los ajustes de la Junta acabarán «pasando factura» también a IU.