Sevilla

Valses y polkas para entrar con buen pie en 2018

El Teatro de la Maestranza de Sevilla acoge hoy el Concierto de Año Nuevo que organizan LA RAZÓN y la Fundación Excelentia

La Orquesta Sinfónica de España, de la Fundación Excelentia, interpretará valses y polkas de la familia Strauss
La Orquesta Sinfónica de España, de la Fundación Excelentia, interpretará valses y polkas de la familia Strausslarazon

Como si fuera la sala dorada de la Musikverein de Viena, el Teatro de la Maestranza de Sevilla acoge hoy el Concierto de Año Nuevo de LA RAZÓN, organizado por tercer año consecutivo de la mano de la Fundación Excelentia. Los músicos de la Orquesta Sinfónica de España, bajo la dirección de Kynan Johns, interpretarán diferentes valses y polkas de la familia Strauss, un repertorio muy parecido al del año pasado, aunque con significativas novedades. Se trata de un concierto ya habitual en la amplia programación del auditorio sevillano que sirve para despedir el año reivindicando la pervivencia de la música clásica, enmarcado en las fiestas navideñas y con un espíritu eminentemente familiar. Tal es el éxito de convocatoria que las entradas están agotadas.

No faltarán valses tan populares como «El Danubio azul», el «Vals del emperador» o la «Obertura del murciélago», junto a las polkas «Trish, trash polka» o «Elektromagnetische polka». Se incorporan al repertorio temas que no se suelen escuchar demasiado en conciertos de este tipo, como piezas de Christian Lumbye o Sviridov, como «La tormenta de nieve». La guinda será la emblemática «Marcha Radetzky», acompañada con las palmas del público al compás de la batuta del director. La cita sigue los cánones del conocido concierto vienés, «quizás el más visto de música clásica, puesto que es seguido por millones de espectadores de todo el mundo», asegura Javier Martí, presidente de la Fundación Excelentia.

Sobre el director, fue asistente de Lorin Maazel y de Zubin Mehta en el Palau de les Arts «Reina Sofía» de Valencia. Johns acompaña a la Orquesta Sinfónica de España y a la Fundación Excelentia desde el año 2009, por lo que «conoce muy bien a los músicos, hay muy buena compenetración», subraya Martí. Esta sintonía no hace más que «aumentar el nivel del concierto, puesto que se transmite la buena música». Martí considera «increíble» la experiencia de tocar en el Maestranza, un auditorio que el año pasado cumplió 25 años. «Su público es muy cercano y el año pasado el concierto entusiasmó, tanto que se tuvieron que dar varios bises», rememora. Por tanto, confía en que se vuelva a producir esta cercanía y conexión con el público sevillano.

La orquesta se caracteriza por su gran flexibilidad y versatilidad. «Siempre invitamos a maestros y profesores especialistas en cada repertorio», asegura, apostando así por una mayor especialización frente otros conjuntos más institucionales con plantilla fija. «Sí es cierto que, al ofrecer más de 80 conciertos al año, es una orquesta estable y tiene un sonido propio». La agenda para este comienzo de 2018 está repleta de conciertos. El próximo día 1 ofrecerá el Concierto de Año Nuevo de LA RAZÓN en el Teatro Real de Madrid. Los días 3 y 4 las protagonistas serán las bandas sonoras de películas y el día 12 se retoma el ciclo «Grandes clásicos» en el Auditorio Nacional de Madrid.

La Fundación Excelentia tiene como objetivo la promoción de la música clásica a través de sus ciclos y programas. Su actividad fundamental es la realización de conciertos, con sus orquestas de Madrid y de distintas ciudades, como Valencia, Barcelona, Zaragoza, San Sebastián o Valladolid. También organiza conciertos didácticos para familias y cuenta con una vertiente más pop, con bandas sonoras o pop sinfónico. Según Martí, en España sigue habiendo mucho interés por la música clásica. «Tenemos unos auditorios increíbles. En cada ciudad y en cada pueblo hay recintos estupendos», reconoce. La afición sigue más viva que nunca, «sobre todo en determinadas fechas del año». Pero ve un aspecto negativo: «Lo único que nos diferencia respecto a otros países es la formación musical. Es una falta que tenemos desde los colegios, donde la música no es el ámbito más atendido. Hay una falta de conocimiento». Sin embargo, destaca que «el público español es muy aficionado a asistir a conciertos».