Sevilla

Venga a parir mañana

La Razón
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El colapso en los hospitales públicos andaluces es una realidad por mucho que la Junta de Andalucía se empeñe en disfrazarlo. Los trabajadores, que están sufriendo además los recortes de sus salarios por parte del bipartito, denuncian sus condiciones laborales sin que nadie hasta la fecha trate de remediarlo. El último ejemplo es el que hoy detalla este periódico: en el hospital de Valme, en Sevilla, que da cobertura a más de 364.000 personas, existen turnos de dos matronas para cubrir ocho partos y 40 urgencias. Denuncian que «hay mujeres que tienen que esperar demasiado en el paritorio». La conclusión parece evidente: se trabaja al límite y hay que establecer de manera muy escrupulosa las prioridades para minimizar los riesgos de la madre y el recién nacido. Mientras esto ocurre en el día a día de los centros hospitalarios, el Ejecutivo andaluz se debate entre aplicar una política de fusiones hospitalarias que en la práctica acabará con unidades, reducirá camas y necesariamente afectará al personal sanitario. El PSOE ya ha avalado el plan de su consejera María Jesús Montero, mientras que a IU parece que le ha temblado el pulso en el último momento en una actitud que ha sorprendido incluso a su socio de Gobierno. Los ejemplos que demuestran que el Ejecutivo andaluz aplica la tijera en las políticas sociales se acumulan. Griñán y Valderas no pueden mantener el discurso de su arcadia feliz, porque la realidad se empeña en desmontar su discurso. Mientras esto ocurre, se acumulan los casos de corrupción y crecen los millones de euros distraídos del erario público que tan bien vendrían ahora para superar las estrecheces presupuestarias.