Política

Andalucía

«Vox es un partido racista que justifica la violencia a la mujer»

Santiago Abascal se querellará contra Susana Díaz, que en Marbella reiteró sus acusaciones

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la presidenta de la Junta de Andalucía y candidata, Susana Díaz, junto a José Luis Ruiz Espejo, candidato número uno del PSOE por Málaga, saludan en el inicio del mitin de ayer en Marbella / Foto: Efe
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la presidenta de la Junta de Andalucía y candidata, Susana Díaz, junto a José Luis Ruiz Espejo, candidato número uno del PSOE por Málaga, saludan en el inicio del mitin de ayer en Marbella / Foto: Efelarazon

Santiago Abascal se querellará contra Susana Díaz, que en Marbella reiteró sus acusaciones

Marbella acogió anoche uno de los actos centrales de la campaña del PSOE-A. El Palacio de Congresos de la localidad reunió a militantes de todos los rincones de la provincia de Málaga para escuchar a Susana Díaz y Pedro Sánchez, en su segunda y última aparición en campaña del presidente del Gobierno. Pero la noticia se produjo lejos de allí, cuando Santiago Abascal, líder de Vox, anunció la intención de querellarse contra Díaz por referirse a su formación como «un partido racista que justifica la violencia contra la mujer». «Será sinvergüenza. Pero cómo te atreves, Susanita», le replicó en Huelva.

Y es que la candidata socialista a la reelección a la Presidencia de la Junta continuó trasladando su discurso victimista. Díaz aseguró seguir «feliz» y segura de que «vamos a ganar muy bien» el 2D, aunque se siente atacada por toda la oposición. «Me han dicho de todo: rata, chusma...», dijo antes de referirse a Juanma Moreno como «el de la vaca». Lamentó que la contundencia de PP y Cs con el PSOE-A («fueron al notario para poner por escrito que no nos iban a dejar gobernar», precisó) no la tienen con un partido, Vox, «que viene a romper la convivencia», un partido «racista, que justifica la violencia hacia las mujeres». El discurso del miedo a la extremaderecha se justifica porque «la gente debe saber» quienes la «blanquearon» y quienes «no descartan apoyarse en sus votos».

«Están impugnando el 28F»

En la misma línea se expresó Pedro Sánchez, que recordó que la derecha está llegando a «frivolizar con la violencia de género y el derecho de la mujer a abortar», frente a una Susana Díaz que quiere sentirse «presidenta de la igualdad». Los dirigentes socialistas inciden en su discurso: la derecha ataca e insulta a los andaluces, aunque «hasta quien no nos vota sabe que el PSOE es el partido de Andalucía». La presidenta se erigió en defensora del andalucismo en otro argumento victimista. «Nunca imaginé que tendría que volver a defender nuestra autonomía», señaló en referencia a la predisposición de Pablo Casado a «mutilar» competencias en educación. «Ni creyeron en Andalucía entonces ni lo hace ahora. Están impugnando nuestro 28F». Todo ello adornado por sus propuestas de más becas al comedor, libros gratis para los alumnos de cero a tres años o las matrículas gratuitas para los universitarios: «Los niños andaluces si que son listos que saben dos años antes que no deben votar a la derecha». Y es que bajo su punto de vista «cuando se cuestiona nuestra autonomía, se cuestiona nuestro futuro».

Pedro Sánchez hizo hincapié en que «aquí nadie duda de quién va a ganar las elecciones, pero si no queremos que haya bloqueo tenemos que ganar bien. Nadie se puede quedar en casa». El presidente apostó por el «sentido común» frente a «los extremos» y pidió reflexionar al respecto porque «a lo único que esperan es a bloquear y recortar la acción política». «En Andalucía hablan mal de los inmigrantes -continuó-, en España hablan mal de los andaluces y en Europa hablan mal de España (...) No dicen que no a pactar con Vox. Uno no dice nada y otro se entrega y se abraza a sus argumentos como la descentralización de la educación». El presidente concluyó recordando que propondrá una reforma constitucional «para acabar con los aforamientos» y que defenderá que la inversión en Andalucía sea proporcional a su peso poblacional, al igual que el plan de empleo prometido.