Zoido se queda con Sevilla

El presidente del PP-A reafirmó ayer su intención de seguir en el Ayuntamiento y que el partido designe un candidato para la Junta de Andalucía.

Existían pocas dudas de que la prioridad de Juan Ignacio Zoido es revalidar la mayoría absoluta del PP en el Ayuntamiento de Sevilla y continuar como alcalde de la capital andaluza. Eso significa, por tanto, que el actual presidente del partido más votado en Andalucía –el PP ganó las últimas elecciones municipales, generales y autonómicas en la región– no será candidato de la formación a la presidencia de la Junta. El PP tendrá que busca otro nombre.

Zoido, en una entrevista a la cadena Ser, fue lo claro que otras no ha sido cuando le preguntaron sobre sus aspiraciones a ser el candidato de su partido a la Presidencia del Gobierno andaluz: «Prefiero ser alcalde de Sevilla», contestó. «No tengo otra cosa en la cabeza que ser alcalde de Sevilla y presidente de mi partido», remató. Su labor no irá más allá.

Con esa premisa, el presidente del PP-A confirmó que su prioridad está en preparar las elecciones municipales de 2015. En 2011, Zoido obtuvo un resultado histórico: casi el 50 por ciento de los votos y 20 concejales. Se convirtió en el alcalde de Sevilla con más respaldo en la historia de la democracia y accedió al bastón de mando de la ciudad que se le negó en 2007 por PSOE e IU pese a liderar la lista más votada.

La crisis económica y atajar el desgaste propio de la acción de Gobierno serán los dos retos principales que deberá afrontar como alcalde para revalidar su mayoría absoluta. Una circunstancia que somete al PP-A, según opinan sectores dentro del partido, a una situación de interinidad que niegan en la dirección regional. De hecho, tras las palabras de Zoido, la vicesecretaria de Organización de los populares andaluces, Ana María Corredera, insistió en que será «una vez que pasen las elecciones municipales» de 2015 cuando su partido se planteará quién es el candidato a la Presidencia de la Junta de Andalucía: «Será cuando toque», zanjó.

Esta es la intención que expresa la cúpula del PP-A. Su secretario general José Luis Sanz, criticó el pasado lunes «las prisas» de algunos por desvelar una incógnita que «no toca». Precisamente Sanz, alcalde de la localidad sevillana de Tomares, estaría entre las opciones para liderar una futura lista del partido.

Al margen de que sea un asunto que el PP-A quiera postergar, también contraatacan con la indefinición de los otros partidos políticos. Corredera, en una rueda de prensa en Córdoba recogida por Europa Press, recordó que «ahora mismo ningún partido tiene candidato: ni el PSOE, que no se sabe si va a seguir el actual presidente del Ejecutivo andaluz y secretario general del PSOE-A, José Antonio Griñán, o será el vicesecretario general del PSOE-A, Mario Jiménez, o la consejera de Presidencia e Igualdad y secretaria provincial del PSOE de Sevilla, Susana Díaz. Y de IU mejor no contar, que está viendo primero quién va a ser el coordinador general en Andalucía, para luego decidir quién será el candidato, que ni siquiera saben si el coordinador será el candidato o no».

Las declaraciones de Zoido mostrando su preferencia por continuar volcado en el Consistorio hispalense zanjan el primer debate sobre su disposición. El otro, el de los plazos, seguirá abierto. En varias ocasiones, el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, ha abogado por que «si Zoido no quiere o no puede, hay que abordar la definición de esa persona cuanto antes».

Adelantar ese debate llevaría aparejado una bicefalia en el seno del partido entre el presidente y el candidato, que tendrían que convivir hasta 2015, una circunstancia que no suele ofrecer un buen resultado. Zoido tendría que dar un paso atrás y la realidad es que en el Congreso del PP-A celebrado el pasado verano en Granada obtuvo un respaldo del 96,7% de los votos.

En cualquier caso, pocos dudan de que cualquier movimiento será consultado con la dirección del PP nacional y serán Mariano Rajoy y María Dolores de Cospedal los que marquen el calendario del partido en Andalucía, una comunidad en la que los populares se juegan no sólo la presidencia de la Junta, también la del Gobierno.