Adiós dolorido de castellanos y leoneses a Javier Echevarría, prelado del Opus Dei

Los castellanos y leoneses se despiden del prelado del Opus Dei, Javier Echevarría, con un dolido adiós. Monseñor Echevarría, el hombre que fue la sombra del fundador de La Obra durante casi veinte años, falleció en Roma después de unos días ingresado en el Hospital policlínico Bio-Médico de la capital italiana a causa de una insuficiencia respiratoria.

Los castellanos y leoneses se despiden del prelado del Opus Dei, Javier Echevarría, con un dolido adiós. Monseñor Echevarría, el hombre que fue la sombra del fundador de La Obra durante casi veinte años, falleció en Roma después de unos días ingresado en el Hospital policlínico Bio-Médico de la capital italiana a causa de una insuficiencia respiratoria.

Imparable e incansable evangelizador, no dudó en recorrer el planeta para anunciar a Dios. En sus andanzas para promover la santificación de la vida ordinaria a través del trabajo de cada día, estuvo recientemente en Burgos y también visitó Valladolid. Allí, miles de personas se reunieron para escuchar a un hombre siempre cercano, cariñoso y atento a las necesidades de los que le rodeaban.

Así, fieles del Opus Dei y simpatizantes se reúnen en centros e iglesias para orar por el alma de Monseñor Echevarría, quien desde Arriba, sigue llenando de esperanza los corazones de los casi 92.000 miembros de La Obra en el mundo (2.000 en la Región).

Desde la Prelatura en Castilla y León, Asturias y Cantabria se está organizando una Misa-funeral para despedir desde la Comunidad al hasta ahora máximo responsable de una de las isntituciones más importantes y claves en la historia de la Iglesia, pero por el momento no hay fecha establecida.

A sus 84 años, Javier Echevarría sufría problemas de columna y acusaba el peso de la edad, pero mantenía intacto su buen humor y continuó hasta el último de sus días transmitiendo el amor hacia el Papa y animando a la gente con la que se encontraba a ser cristianos coherentes con el mundo.

Monseñor Echevarría fue un hombre de gran fe en Dios y un líder de su tiempo, interesado por las nuevas tecnologías y por los problemas contemporáneos, lo que lo acercó a los jóvenes, para impulsar en ellos la fe, y a quienes animó a levantar la vida desde los quehaceres cotidianos.

La iglesia católica con el Papa al frente llora la pérdida de un hombre bueno y un Pastor excelente, claro, constante y abierto, que supo guiar al Opus Dei durante más de veinte años.