Mascotas

Alertan de la proliferación de garrapatas y la necesidad de desparasitar mascotas

Los veterinarios de León señalan que no se puede bajar la guardia a la hora de evitar infecciones.

La Razón
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Los veterinarios de León señalan que no se puede bajar la guardia a la hora de evitar infecciones.

Las consencuencias del cambio climático, que está derivando en otoños e inviernos más suave, también se está dejando sentir en el ámbito de la veterinaria. De esta manera, el Colegio Oficial de León se ha visto obligado a alertar sobre la existencia de parásitos que hasta ahora no ocasionaban riesgos más allá del verano, y centrándose, especialmente, en las garrapatas, que ya sobreviven durante todo el año. Ello ha provocado una llamada de atención sobre la necesidad de desparasitar a las mascotas para evitar infecciones.

«Estamos comenzando a ver en nuestras clínicas perrlos llenos de pulgas y garrapatas en pleno invierno. Por ello, nos vemos en la obligación de recomendar la desparasitación externa, en forma de pipetas, collares o pastillas y reforzarla en el periodo estival, aplicando la combinación de ambas medidas», explican desde el Colegio oficial.

Mayor control

Los parásitos externos son importantes porque pueden causar lesiones cutáneas de distinta consideración, pueden inducir respuestas inmunitarias anornmales en pacientes alérgicos o pueden transmitir agentes patógenos. Por tanto, su control forma parte de la salud y el bienestar de los animales de compañía.

Los cambios en el clima, así como la creciente urbanización de áreas rurales ha hecho que las infestaciones por pulgas y garrapatas se hayan convertido en problema de primer orden en las clínicas veterinarias. «Las garrapatas pueden ser responsables de la transmisión de enfermedades como la ehrlichiosis, la babesiosis o la enfermedad de Lyme. Por eso hay que considerar la desparasitasión externa como una consulta de medicina preventiva», señalan desde este colectivo.

Los perros, por ejemplo, se encuentran muy expuestos a las garrapatas y pueden esconderse en el pelaje y pasar desparcibidas a los ojos del propietario por su tamaño, sobre todo si se encuentran en las fases juveniles de su ciclo biológico. Los indicios clínicos de una enfermedad transmitida por garrapatas incluyen: fiebre persistente y de origen desconocido, anorexia y decaimiento, cojera y trombocitopenia.

«Históricamente, los veterinarios de León y de cualquier otra zona de clima continental recomendábamos no desparatsitar externamente en invierno, porque estos artrópodos se adormecen con el frío o fallecen con las heladas. Sin embarfo el cambio de temperaturas hace que podamos tener problemas de salud grave en nuestras mascotas y al final eso acaba en los humanos», recuerdan desde el Colegio.