Trabajo

Alzheimer Zamora cumple veinte años en busca de una respuesta eficaz a las demencias

Su director, Manuel Figueruelo, asegura a LA RAZÓN que hay que desdramatizar la enfermedad: «Se puede ser feliz igual»

Manuel Figueruelo, director de AFA Zamora; Antonio García, presidente de AFA Zamora; Anselmo Javier Ariznavarreta, jefe de Zona Noroeste de Kutxabank; Beatriz Bernal, directora de la oficina de Kutxabank en Zamora; y Patricia Caro, terapeuta
Manuel Figueruelo, director de AFA Zamora; Antonio García, presidente de AFA Zamora; Anselmo Javier Ariznavarreta, jefe de Zona Noroeste de Kutxabank; Beatriz Bernal, directora de la oficina de Kutxabank en Zamora; y Patricia Caro, terapeutalarazon

Su director, Manuel Figueruelo, asegura a LA RAZÓN que hay que desdramatizar la enfermedad: «Se puede ser feliz igual»

La Asociación de Familiares y Amigos de Enfermos de Alzheimer y otras demencias (AFA) de Zamora cumple este mes veinte años. Dos décadas de intenso y arduo trabajo diario para dar respuesta a las demencias en su globalidad, pero, sobre todo, para mejorar la calidad de vida de los afectados a través de la promoción de su autonomía y para ayudar a la sociedad, en general, y a las familias, en particular, a que se entienda mejor esta enfermedad para poder convivir con ella lo mejor posible. En este sentido, el director de AFA Zamora, Manuel Figueruelo, destaca a LA RAZÓN que sensibilizar al entorno del enfermo para que sea más sensible y actúe con más tacto con él es uno de los objetivos de la asociación, y que para ello cuentan con programas que asesoran a las familias sobre prestaciones o intervención psicológica para ayudar a los familiares a afrontar el duelo, el estrés, los conflictos entre hermanos o situaciones de emergencia e incluso primeros auxilios para que sepan como actuar, por ejemplo ante una caída. «Las familias tienen que estar preparadas y, sobre todo, tienen que desdramatizar la enfermedad, porque se puede ser feliz igual», apunta Figueruelo. El director de AFA Zamora insiste en la importancia de que las familias acudan a ellos porque considera que lo peor que se le puede hacer a una persona con síntomas de alzheimer es dejarla en casa por la apatía y la falta de estímulos que ello supone para el enfermo. Algo que, en su opinión, «todavía ocurre con bastante asiduidad en la sociedad actual»

En esta asociación son muchos los programas y las actividades que llevan a cabo para mejorar la calidad de vida de los enfermos. Y variados y novedosos, también, los métodos y las técnicas de estimulación que utilizan para que los enfermos de alzheimer obtengan esas sensaciones curativas que les hagan recuperar memoria y ganar en autoestima pero también en independencia.

Uno de los proyectos que más expectativas está generando es el que desarrollan desde principios de este año en la Sala Multisensorial que se ha instalado en el Centro Terapéutico de Día «Ciudad Jardín» que la Asociación tiene en la capital zamorana. Se trata de un ambicioso programa de estimulación del conocimiento y de las sensaciones de las personas con alzheimer, que busca aprovechar sus capacidades residuales motoras. «Les proporcionamos una serie de estímulos ricos y variados que mejoran sus aptitudes cognitivas y físicas, además de reducir las alteraciones de conducta e impulsar su interacción social», destaca a este periódico la terapeuta Patricia Caro, mientras destaca que aunque aún es pronto para extraer resultados definitivos de este programa, sí que han notado mejoras en los usuarios especialmente en el ámbito de la comunicación y en la fluidez del mensaje, así como en la atención de grupo y en la satisfacción que muestran por lo relajados que se encuentran tras realizar las sesiones.

Camas de agua y vibroacústicas para desarrollar la movilidad; focos de luces y bolas de estrellas para favorecer la relajación; o columnas de burbujas y fibra óptica para ejercitar la memoria y el cálculo, son algunas de las técnicas que utilizan en este programa del que se benefician una veintena de personas cada día en sesiones de tres usuarios y 45 minutos de duración. Si bien, de cara al futuro Patricia Caro apunta que la idea es que este proyecto se extienda también a los alrededor de sesenta enfermos de alzheimer que forman parte de la asociación. «El ambiente es significativo para ellos. Las luces, la música, la movilización, el contacto físico o el masaje que reciben con las manos, es positivo para ellos porque notamos que les disminuye la ansiedad y las alteraciones típicas de conducta».

Otro de los programas estrella es el «1,2,3...a recordar esta vez», basado en el mítico juego televisivo de Ibáñez Serrador. Un proyecto que, según explica Figueruelo, tiene como principal virtud que permite trabajar con diferentes parejas que a la vez se ayudan entre ellas y compiten con las demás. «El ambiente es distendido y todos los que participan interactúan entre sí, y se ha constatado científicamente que se ralentiza la enfermedad», apunta.

Talleres de memoria y de hábitos saludables, paseos saludables o visitas a museos son otras de las actividades que realizan en AFA Zamora, donde colaboran activamente con universidades en investigación con el único propósito de seguir avanzando en una cura al alzheimer y mejorar la calidad de vida y bienestar de los enfermos y sus familias.