Castilla y León

Arranca la décima legislatura en Castilla y León con una llamada a luchar contra la despoblación

Luis Fuentes, de Ciudadanos, preside ya la Cámara más plural de la Democracia

Luis Fuentes durante su primer discurso como presidente de las Cortes de Castilla y León
Luis Fuentes durante su primer discurso como presidente de las Cortes de Castilla y Leónlarazon

La décima legislatura de la Democracia en Castilla y León ya está en marcha, después de que se hayan constituido las Cortes regionales. Algo que, además, permite que el reloj para la investidura del próximo presidente de la Junta haya empezado a correr. Por delante, un plazo máximo de quince días hábiles, según marca el reglamento de la Cámara autonómica.

Un legislativo que ya tiene presidente: el procurador de Ciudadanos por Valladolid, Luis Fuentes, que era elegido en primera votación y por mayoría absoluta con los 29 procuradores del Grupo Popular y los doce de Cs, fruto del acuerdo que ambas formaciones han alcanzado esta semana, y que sustituye en el cargo al popular Ángel Ibáñez, procurador por Burgos. La candidata que presentó el PSOE, la secretaria de Organización del partido del puño y la rosa en la Comunidad y procuradora por Zamora, Ana Sánchez, cosechaba 37 apoyos que han sido insuficientes para presidir la Cámara, pero, sin embargo, repetirá como vicepresidenta segunda de la Mesa de las Cortes, el órgano de Gobierno del parlamento autonómico. Durante las votaciones de los 81 parlamentarios del hemiciclo, la cifra más baja de la historia, por la pérdida de población en León, Segovia y Zamora, también se registraron tres votos en blanco.

Después se elegía a los vicepresidentes y secretarios que conforman la Mesa, compuesta por seis miembros que se reparten a partes iguales PP (2), Cs (2) y PSOE (2). En ellas, los procuradores de PP y Ciudadanos tenían disciplina de partido y votaban lo pactado. Es decir, que el secretario general del PP en Castilla y León y procurador por Segovia, Francisco Vázquez, fuera escogido como vicepresidente primero de la Cámara y que el también popular Óscar Reguera y la “naranja” Marta Sanz se convirtieran en secretarios del órgano de dirección del legislativo, junto al socialista José Francisco Martín.

Posteriormente llegaba el turno de los juramentos o las promesas de sus señorías ante un ejemplar de la Constitución, recoger su medalla y tomar así posesión de su nuevo asiento en el hemiciclo. Ninguna sorpresa. Ni siquiera en el hecho de que los procuradores de Podemos, Laura Domínguez y Pablo Fernández, no recogieran las preseas. Ya no lo hicieron los diez representantes que obtuvieron hace cuatro años. Aunque la parlamentaria morada por Burgos dejaba su sello autodenominándose feminista y prometiendo su cargo por unos pueblos vivos. Tampoco era novedad el juramento que hacía el leonesista Luis Mariano Santos, único representante de la UPL, que lo hacía por la autonomía de la región leonesa. Pero sí que era novedoso el de José Pascual Muñoz, procurador de Por Ávila -formación que debuta al igual que Vox en las Cortes con Jesús María García Conde-, que juraba su cargo por la provincia abulense. Si bien, el momento más emotivo se vivía cuando prometía su cargo el socialista Luis Tudanca, procurador por Burgos y ganador de las elecciones, con 35 escaños obtenidos insuficientes para gobernar, ya que los suyos le rendían una sonada y atronadora ovación que se prolongaba durante más de medio minuto.

Tras la toma de asientos, era el turno para Luis Fuentes, flamante segunda autoridad de la Comunidad, y el primero en 32 años que se pone al frente de las Cortes sin pertenecer al partido más votado. Sus iniciales palabras eran para destacar que es “tiempo de cambio en Castilla y León”, lo que provocaba risas en la bancada socialista. Fuentes decía sentirse agradecido, emocionado y orgulloso por poder ostentar esta responsabilidad, mientras que su primer alegato era para concentrar esfuerzos y trabajar sin descanso en el principal reto que tiene esta Comunidad: atraer y fijar población. “Urgen políticas que frenen una sangría que nos aboca a vivir en una tierra vacía de gente y de oportunidades”, decía el procurador por Valladolid, quien pedía a todos los grupos luchar juntos “para que niun solo joven tenga que volver a hacer las maletas porque no supimos ofrecerle un proyecto de vida”.

También hacía autocrítica cuando recordaba a sus señorías que los ciudadanos “están hartos de sectarismo y de que vivamos en nuestras burbujas”, y pedía a los procuradores que no se olviden nunca de quienes están sufriendo más penurias.

Pero dicho esto, Fuentes reivindicaba el valor de la política, como vocación de servicio, y se comprometía a ser transparente y riguroso en las funciones legislativas y de control al Gobierno, e instaba a todos los presentes a estar a la altura del cargo que ostentan. También demandaba a sus señorías que dialoguen y debatan con respeto y buscando siempre el consenso y les invitaba a abrir un tiempo nuevo en el que, entre todos, se forje un compromiso “ineludible” con la recuperación del tejido industrial, la creación de empleo, el acceso a la vivienda, la mejora de la Sanidad, la Educación y las infraestructuras, para hacer frente al principal desafío de la Comunidad, que no es otro que revertir la crisis demográfica y el abandono de nuestros pueblos.