Educación
Gracias al trabajo e...
Gracias al trabajo en un aula con pizarras digitales, tabletas y ordenadores.
Gracias al trabajo en un aula con pizarras digitales, tabletas y ordenadores.
Promover la calidad de vida de las personas con TEA (trastorno del espectro autista) y de sus familias durante todo su ciclo vital. Promover el empleo y favorecer su autonomía personal y participación social. Defender sus derechos y dar a conocer y concienciar a la sociedad en general sobre esta alteración psíquica y su especial singularidad hacia la plena inclusión. Y fortalecer el movimiento asociativo.
Estos son, grosso modo, algunos de los desafíos a los que se enfrenta desde hace casi diez años la Asociación Autismo Zamora. Una organización especializada que da respuesta a las constantes necesidades que surgen en el día a día de estas personas, tanto a nivel orientativo, de diagnóstico y atención educativa, psicológica, pedagógica y laboral, desde edades tempranas y aprovechando cada vez más las ventajas y beneficios que aportan las nuevas tecnologías de la información y la comunicación.
Autismo Zamora acaba de poner en marcha un Aula TIC-TEA -equipada con dos pizarras digitales interactivas, dos tablets y dos ordenadores portátiles, facilitados por la Fundación Orange y la Confederación Autismo España-, para promover el desarrollo comunicativo y las distintas formas de interacción y expresión de una treintena de personas con autismo o algún trastorno relacionado que acuden cada día a la asociación. «A los chicos les cuesta seguir el ritmo en clase y sobre todo trabajar más a nivel verbal, pero son unos extraordinarios pensadores visuales y, a través de las nuevas tecnologías estamos consiguiendo que interactúen más», señala a LA RAZÓN Elisa Encinas, psicóloga de la asociación, quien explica las ventajas que ofrecen, por ejemplo, las pizarras digitales. «Tienen infinidad de aplicaciones de estimulación, tanto del lenguaje como de la conducta o la atención, y a través de ellas podemos introducir materiales adaptados que facilitan la comunicación y la comprensión de estas personas», apunta.
El desconocimiento social del autismo es uno de los problemas a los que se enfrenta este colectivo, y al que tratan de dar respuesta desde las asociaciones. Así, aparte de los distintos programas de trabajo como la natación adaptada, equinoterapia, musicoterapia o la escuela de familias, con la que tratan de ayudar a los padres y hermanos a que sepan más de este trastorno y así poder actuar en consecuencia y poder llevarlo mejor, o el campamento urbano que celebran estos días verano con numerosas actividades de ocio y habilidades, Autismo Zamora lleva a cabo campañas de sensibilización. Tanto en el Hospital Virgen de la Concha, formando a los médicos de Urgencia, como en los colegios enseñando a los profesores a trabajar con estos chicos.
De cara al futuro, echan de menos poder cubrir la etapa adulta de las personas con TEA. «La edad escolar la tenemos cubierta, pero a partir de los 18-21 años no disponemos de recursos por falta de sitio y de apoyo económico para poder seguir ayudando a estas personas, especialmente en materia laboral e independencia», lamenta. «A estas edades -advierte-si no conseguimos que tengan un itinerario de trabajo y cierta autonomía personal, todo el trabajo realizado anteriormente cuando eran más pequeños podría perderse». Por ello, Elisa Encinas aprovecha estas líneas parar reclamar a las administraciones más implicación en este asunto y que no se olviden de ellos.
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