Carnero agradece el empeño y lealtad de los tres Alcaides Marca España

Empeño, lealtad, entrega, compromiso, tenacidad, honestidad, perseverancia, calidad, pasión, familia y amor a su tierra natal. Estas fueron las palabras más pronunciadas por el presidente de la Diputación de Valladolid, Jesús Julio Carnero, para definir a los tres nuevos Alcaides del Museo del Vino, ubicado en la localidad vallisoletana de Peñafiel, que tendrán a partir de ahora la «responsabilidad» de llevar el nombre de Valladolid por todo el mundo a través de sus vinos.

El presidente de la Cámara de Comercio de España y del Grupo Freixenet, José Luis Bonet; la campeona olímpica Ruth Beitia y el bodeguero José Luis Sanz Busto, recibían ayer este encargo por parte del presidente de la institución provincial. Para Carnero, todos ellos son «perfectos representantes de la Marca España», cada uno en su terreno, y les agradecía haber aceptado ser Alcaides del Museo así como el haber representado con éxito a España mediante los valores mencionados anteriormente, y especialmente ahora, «en un momento histórico para nuestro país», en referencia al desafío independentista procedente de Cataluña.

En este sentido, el presidente de la Diputación ponía en valor la «valentía» del empresario catalán José Luis Bonet debido a su «apuesta decidida» por nuestro país y por haber mantenido sus empresas en Cataluña pese a las dificultades. «Ejemplos como el de Bonet son los que hay que dignificar, porque es lo que hay que hacer para ayudar a Cataluña y a España», insistía.

De la campeona olímpica, el presidente de la Diputación valoraba su sacrificio, tenacidad y perseverancia así como su ejemplo de juego limpio «que ha alcanzado el éxito en la rutina de la repetición y levantándose cuando las cosas no le han ido bien». Y del viticultor de Pesquera de Duero, propietario de la Bodega Dehesa de los Canónigos, Carnero destacaba que representa el triunfo de un proyecto «que nacía fruto del amor y que se ha mantenido en el éxito gracias a la calidad por encima de la cantidad y a la innovación pero sin perder de vista la esencia de lo propio». Y hacía suyas unas palabras del propio bodeguero, cuando decía que «antes que las cubas están las uvas, en referencia a la importancia de cuidar la tierra y la materia prima.

También le agradecía su contribución a la «historia de un milagro» que, según Carnero, ha supuesto el crecimiento de la provincia de Valladolid en el mundo del vino, con más de 22.000 hectáreas de viñedos y 106 pueblos dedicados a este sector amparados por alguna de las seis figuras de calidad existentes. «Valladolid es, ante todo y sobre todo, vino», finalizaba.