Toros

Castilla y León

Castilla y León celebra casi la mitad de corridas de toros que hace diez años

Sólo algunos espectáculos populares como encierros y capeas se recuperan especialmente en la provincia de Valladolid

Imagen de un encierro celebrado por las calles de Cuéllar a finales del pasado mes de agosto
Imagen de un encierro celebrado por las calles de Cuéllar a finales del pasado mes de agostolarazon

En los últimos diez años, y salvo alguna excepción, como es el caso de Salamanca, el número de espectáculos taurinos en Castilla y León en general ha bajado en un 18 por ciento. Principalmente, las corridas de toros y novilladas, ya que los encierros o capeas populares no lo han hecho tanto, y también con excepciones, como la provincia de Valladolid, donde en los últimos tiempos están creciendo, así como en otras provincias menos habituales de este tipo de festejos como León o Palencia.

La crisis económica, la falta de afición de las empresas organizadoras y al auge de los antitaurinos en nuestro país, que han propiciado, por ejemplo, que el tradicional Torneo del Toro de la Vega de Tordesillas ya no se celebre como en sus más de 500 años de historia, sin lancear al animal ni darle muerte, están detrás de las causas de este descenso en el número de espectáculos taurinos en la Comunidad.

Valladolid y Salamanca concentran la mitad del total de los 2.250 festejos celebrados el pasado año en Castilla y León, según datos facilitados por la agencia Ical. Y si a esta relación se le une la comarca segoviana de Cuéllar, se puede decir que más de tres de cada cuatro festejos de este tipo (el 70 por ciento) se celebran en estas zonas. Castilla y León es la segunda comunidad española con mayor número de espectáculos taurinos, sólo por detrás de la Comunidad Valenciana. Salamanca y Valladolid son también las provincias donde el sector ha aguantado mejor la crisis económica que se ha traducido en una reducción generalizada del número de espectáculos. Entre 2006 y 2016 se ha caído casi un quinto de los eventos que se organizaban en la Comunidad (un 18,4 por ciento), mientras que en Valladolid esa reducción sólo ha sido del 7,7 por ciento y en Salamanca, del 16,5.

Si todo el sector está en crisis, ésta se acentúa más en el caso de los festejos mayores, que se han reducido casi a la mitad: 359 lidias se produjeron el año pasado en las nueve provincias, frente a las 624 que se celebraron en 2006, en plena época de bonanza, lo que supone un 42 por ciento menos.

En cuanto a los espectáculos populares, la progresión es más esperanzadora. Pese al descenso del 11,5 por ciento, en los últimos cuatro años se aprecia una tendencia al alza con un crecimiento del diez por ciento.