Castilla y León planta cara al previsible cierre de la minería

Castilla y León se resiste a que la minería tenga su días contados y confía aún en la supervivencia de un sector que agoniza y en el que apenas cotizan ya medio millar de trabajadores en las cuencas leonesas. Para ello, la Comunidad se encomienda al Gobierno de España y más en concreto al Ministerio de Transición Ecológica que dirige Teresa Ribera, para que luche en España pero también en Bruselas en defensa del carbón autóctono y de la continuidad de las térmicas.

Así se desprende de la reunión que mantenían ayer en León los miembros del Comité del Plan de Dinamización Económica de los Municipios Mineros, formado por la Junta, los partidos políticos con representación en las Cortes, los sindicatos y la patronal y, por vez primera, el Ejecutivo central.

Un encuentro en el que se lanzaba un SOS al Gobierno de España para que plante cara en Bruselas al posible corte de las ayudas así como devolución de las recibidas por la UE a partir del 1 de enero, que supondría el cierre definitivo de la minería en la Comunidad. En el texto se pide al Gobierno que trabaje para que se flexibilice el periodo para devolver estas ayudas de una manera más cómoda para que las empresas puedan seguir operando en 2019 y , de esta forma, se pueda mantener el empleo.

Para los sindicatos, la solución nunca debe pasar por la desaparición total del sector, y reclaman a Sánchez que deje de marear la perdiz y adopte medidas que den garantías a l sector, a los trabajadores y a los territorios.

Si bien, no todos los miembros de este comité daba su apoyo a este documento y se descolgaban del acuerdo. Ciudadanos, Podemos e Izquierda Unida se desmarcaban del mismo. Los primeros, porque aseguran que es insuficiente al centrarse únicamente en la supervivencia del carbón y las térmicas y dejar a un lado los planes de industrialización para las zonas afectadas. Y, los segundos y terceros, más partidarios de las renovables y de una transición justa, como así lo denominan, porque dicen que llega tarde para las cuencas mineras y tampoco garantiza la continuidad de la minería en Castilla y León.

«El cierre de las térmicas sería un drama para nuestra Comunidad por cuanto dejaría un vacío de más de millar de empleos que sería muy complicado de cubrir», advertía tras la reunión la consejera de Economía y Hacienda, Pilar del Olmo, quien reclamaba al Gobierno de España una mayor colaboración económica para este Plan de Dinamización de las comarcas mineras. En la reunión también participaba el presidente de la Asociación Española de Comarcas Mineras (Acom), Alider Presa, que no escondía la preocupación existente en torno al futuro de los territorios mineros, y pedía tanto a la Junta de Castilla y León como al Gobierno de España «que no solo piensen en la minería y el carbón sino en las personas, y que lo hagan de verdad».

Y pese al negro horizonte que atisba para el sector, Presa se mostraba esperanzado de que pueda generarse alguna alternativa económica allí donde el tejido minero ya ha desaparecido.