Castilla y León

Cuenta atrás para la investidura del popular Fernández Mañueco

PP y Cs escenifican hoy con luz y taquígrafos su pacto de Gobierno en coalición que inicia el proceso

Fernández Mañueco y Francisco Igea conversan animadamente en un encuentro reciente
Fernández Mañueco y Francisco Igea conversan animadamente en un encuentro recientelarazon

PP y Ciudadanos escenificarán hoy definitivamente su acuerdo de Gobierno en coalición para los próximos cuatro años en Castilla y León. Y es que ambas formaciones harán oficial en el Parlamento autonómico, con luz y taquígrafos, el pacto que han alcanzado para la gobernabilidad de esta Comunidad, que incluye las cien medidas programáticas consensuadas, así como el diseño y la estructura del futuro Ejecutivo que presidirá el popular Alfonso Fernández Mañueco y que tendrá al líder de Ciudadanos, Francisco Igea, como vicepresidente y portavoz de la Junta.

Un Gobierno que contará con diez Consejerías, de las cuales los populares gestionarán seis: Economía y Hacienda -que no ha sentado nada bien entre los empresarios que preferían que estuvieran separadas, porque creen que es mejor que lo que se recaude vaya por un lado y el gasto por otro-; Fomento y Medio Ambiente; Agricultura y Ganadería; Educación; Presidencia; y Familia e Igualdad de Oportunidades. Ciudadanos, por su parte, que había tensado la cuerda en las negociaciones reclamando un Gobierno de coalición en el que se hiciera visible la presencia «naranja» en el Ejecutivo gestionarán cuatro departamentos, como son Regeneración y Transparencia, la principal novedad respecto a la estructura de las últimas legislaturas con Juan Vicente Herrera; Empleo e Industria, otra de las que cambian un poco, por cuanto antes la industria se gestionaba desde Economía; Sanidad, la «joya de la corona» pero también la consejería más polémica y politizada durante el pasado mandato; y, finalmente, Cultura y Turismo.

Junto a Fernández Mañueco y Francisco Igea como testigos de este acuerdo que ha suscitado grandes críticas desde el PSOE de Castilla y León, partido ganador de las elecciones y que ha remado hasta la orilla para al final morir en ella, estarán dos pesos pesados de ambas formaciones a nivel nacional: el secretario general del Partido Popular, Teodoro García Egea, y el responsable de Acción Institucional del partido de Albert Rivera, José María Espejo, que ya estuvieron presentes también en las Cortes, en el inicio de las conversaciones entre ambas formaciones la semana después de las elecciones del pasado 26 de mayo.

Un mes de negociaciones

Un acuerdo que se ha gestado durante un mes de intensas discusiones con diputaciones y ayuntamientos en juego, con dimes y diretes, indirectas, desmentidos y tensándose la cuerda por momentos hasta el punto de casi llevar al traste el mismo por la falta de avances concretos, del que tanto PP como Ciudadanos han destacado como lo más importante las cien medidas programáticas que incluye para su desarrollo en esta legislatura.

Entre ellas, las más urgentes y en las que Igea ha querido que se visualice el cambio, está en el tema de la regeneración y transparencia, eliminando los aforamientos a los procuradores y miembros de la Junta, para lo cual se hará una reforma exprés el Estatuto de Autonomía, o la limitación a ocho años de los mandatos de alcaldes de más de municipios de más de 20.000 habitantes, presidentes de diputaciones. También destacan la bajada de impuestos y eliminación del de Sucesiones y Donaciones y una fiscalidad positiva para el medio rural con el reto de repoblar.

El acuerdo que se firma permitirá que el presidente del legislativo, Luis Fuentes, inicie la ronda de contactos para la investidura, con un pleno que, presumiblemente, se llevará a cabo a principios de la próxima semana que viene.

Los socialistas auguran inestabilidad

Agónico e inestable. Con desconfianza mutua y carencia de credibilidad. Éste es el Gobierno que el PSOE de Castilla y León augura para esta Comunidad en los próximos cuatro años, según afirmaba ayer la secretaria de Organización, Ana Sánchez. La número «tres» de los del puño y la rosa anunciaba una oposición «leal y constructiva» en beneficio de los castellanos y leoneses pero «durísima» con el Ejecutivo de coalición de PP y Ciudadanos. Sánchez aseguraba que este Gobierno nace después de un «pacto de rapiña» entre PP y Cs y denunciaba que, desde el principio, será un Gobierno «intervenido», en referencia a que se haya gestado desde Madrid, además de que contará con dos líderes «mentirosos y sin palabra».