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Valladolid

Decenas de miles de motos convierten a Valladolid en la capital motera de Europa

El desfile de banderas reunió en el centro de Valladolid a miles de moteros, pero también a aficionados y vecinos sorprendidos por la gran afluencia de pilotos
El desfile de banderas reunió en el centro de Valladolid a miles de moteros, pero también a aficionados y vecinos sorprendidos por la gran afluencia de pilotoslarazon

Decenas de miles de personas llegadas de todo el continente, pero también de otras partes del mundo como Iberoamérica o Estados Unidos, abarrotaron la localidad vallisoletana de Puente Duero y la capital de Valladolid, en el día grande de la mayor cita invernal de aficionados a las dos ruedas de toda Europa, «Pingüinos».

Un día con temperaturas primaverales que permitieron a este encuentro batir su récord de asistentes, con cerca de 30.000 personas inscritas en su trigésimo tercera edición, la última que se celebra en ese barrio anexionado, para al año siguiente asentarse en la capital del Pisuerga.

«Pingüinos» se ha convertido en una cita anual irrenunciable para muchos amantes de las motos, que han ido llegando, a modo de lluvia fina, a Valladolid. En la jornada de este sábado eran muchos los moteros presentes en las calles más céntricas, donde tuvo lugar el tradicional y colorido desfile de banderas, así como numerosas exhibiciones. En este caso, las habituales piruetas sobre una moto de Emilio Zamora o la pericia de Eric Miazga, hicieron las delicias de los inscritos a la concentración, pero también de vecinos que se agolparon en torno a las calles próximas a la Acera de Recoletos, la Estación del Campo Grande y el Paseo de Zorrilla.

Viajeros llegados de toda España aplaudieron la organización, aunque lamentaban que la cuota para participar en esta cita motera, en tiempos de crisis, resulta «algo elevada», si bien, desde Turismoto señalaban que no ha variado en cinco años y que incorpora multitud de posibilidades para los asistentes.

Las filas de vehículos, el rugir de los motores, las máquinas plagadas de pegatinas identificativas de asistencias anteriores, las mascotas más particulares con el mono de pilotar y el casco debajo del brazo eran imágenes que podían observarse de cerca en cualquier rincón del centro de Valladolid.

Desfile de antorchas

Aunque, la actividad no se frenó en todo el día. De hecho, poco antes del cierre de esta edición se estaba desarrollando el también tradicional desfile de antorchas, que recuerda a los motociclistas fallecidos en el último año. Un emotivo recorrido que estuvo acompañado con un espectáculo pirotécnico y la quema de una falla. A ello se sumó la buena música, que tuvo su capítulo principal en el concierto que protagonizaron integrantes de grupos míticos españoles como La Guardia, Danza Invisible o La Frontera.