Burgos

Dos décadas de trabajo para la inserción social y laboral de los más vulnerables en Burgos

La Fundación Lesmes, que ha llevado a cabo más de 40.000 intervenciones en estos veinte años, reclama a la Administración «que apueste de verdad por crear empleo y dar oportunidades a las personas en riesgo de exclusión»

La Fundación organizó la semana pasada su tradicional Recorrido Solidario de Orientación Urbana por las calles de Burgos para sensibilizar y recaudar fondos
La Fundación organizó la semana pasada su tradicional Recorrido Solidario de Orientación Urbana por las calles de Burgos para sensibilizar y recaudar fondoslarazon

La Fundación Lesmes cumple este año veinte años de trabajo en favor de los que menos tienen en Burgos. Dos décadas de trabajo solidario y altruista en los que han llevado a cabo más de 40.000 intervenciones. Todas ellas relacionadas con la inserción social y laboral de las personas en riesgo de exclusión de Burgos. De apoyo a ciudadanos que carecen de recursos económicos pero, sobre todo, de oportunidades para salir adelante y poder llevar una vida digna y normalizada en la sociedad.

Lo que nacía en 1996 como un centro de integración social para gente sin hogar, con el deseo y, especialmente, con el desafío de crear empresas enfocadas a la inserción sociolaboral, «con alternativas laborales y reales», según explica a LA RAZÓN Miguel Santos, presidente de la Fundación Lesmes, se ha convertido hoy en un proyecto mucho más amplio, que incluye desde la atención a personas sin hogar y transeúntes al realojo de minorías étnicas, pasando por ayuda psicológica, social y laboral, hasta formación de oficios en talleres y animación sociocomunitaria.

Si bien, la creación de varias empresas en distintos gremios como el de lavandería, limpieza, gestión de puntos limpios, restauración e incluso una que elabora la típica morcilla de Burgos -con las que han conseguido dar trabajo a más de medio centenar de personas de la provincia burgalesa-, es uno de los grandes logros de esta Fundación, que atiende principalmente a gente sin un techo en el que cobijarse, drogodependientes, minorías étnicas, ex reclusos, víctimas de violencia machista o jóvenes en riesgo de exclusión social.

Igualmente, Miguel Santos se felicita de haber podido contribuir en la desaparición del poblado marginal y chabolista «Bakimet», junto a la carretera de Valladolid de la capital burgalesa, otrora foco de la delincuencia y la exclusión social de la ciudad.

Mensaje de esperanza

De cara al futuro, Santos cuenta que su apuesta y la de la Fundación Lesmes es el empleo, «porque sigue siendo el principal problema en estos momentos», dice, mientras reclama a la Administración «que apueste de verdad» por poner en marcha políticas activas que den oportunidades a estas personas sin recursos. «Me gustaría que no se queden fuera los más vulnerables, como así está ocurriendo en los últimos años», señala el presidente de la Fundación Lesmes, a la vez que advierte de que esta crisis económica, «está siendo brutal, con unas consecuencias que tardarán años en recuperarse», y denuncia que muchas personas estén más excluidas ahora que antes de que comenzara la recesión.

Al respecto, echa la vista atrás y reconoce que no hay tanta diferencia ahora como hace veinte años cuando empezaron con la Fundación. «Es más, creo que la situación en estos momentos es aún peor para las personas en riesgo de exclusión, puesto que carecen de oportunidades y lo tienen mucho más difícil para poder acceder a un empleo». «Si ya lo tienen complicado los que cuentan con un máster, pues imagínate cómo están los demás», insiste el responsable de la Fundación Lesmes.

Pese a todo, Miguel Santos es optimista y aprovecha estas líneas para lanzar un mensaje de esperanza e ilusión y para animar a las sociedad en su conjunto a «creer» en que es posible mejorar la calidad de vida de la gente, en general, y de los que menos tienen, en particular, «y dejar a un lado la depresión de estos últimos años que nos ha contagiado a todos».