Agricultura

El ahorro y la innovación, objetivo prioritario de los regantes

La Razón
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La situación que vive el campo castellano y leonés no es la más deseada. La austeridad y el ahorro se están convirtiendo en una de las obsesiones de los agricultores. Por este motivo, la Asociación Ferduero, formada por 113 comunidades de regantes de nuestra Comunidad, apuesta por contratos colectivos que permitirían reducir el gasto eléctrico un 10 por ciento a sus asociados, a partir de 2014.

Su secretario general, Manuel Mantecón, señaló que la propuesta consistió en la creación de una central de compras de energía, que será la encargada de gestionar «contratos colectivos» de electricidad que supondrán un «notable» beneficio económico para los regantes.

Asimismo, avanzó que te modelo seguirá el ejemplo de los que ya ha puesto en marcha Fenacore o el que se aplica en el Guadalquivir y podría emplear dos fórmulas diferentes, apostando por una contratación «anual o día a día en el mercado libre (pool energético)». Hasta el momento, indicó, existe un grupo de comunidades de regantes que contratan su energía con la Sociedad Estatal de Infraestructuras Agrarias, S.A. (Seiasa), otras lo hacen a través de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) y, el resto, cuenta con «contratos convencionales e individuales».

El secretario general de Ferduero recordó también que el gasto eléctrico actual «depende de la zona y del contrato» que tenga cada comunidad de regantes, pudiendo pasar de «los 75 y 80 euros por hectárea modernizada a los 200 euros».

Seguros de daños

La puesta en marcha de esta central de compras no es, sin embargo, la única meta que Ferduero pretende conseguir en beneficio de sus asociados. El colectivo de regantes trabaja de forma paralela en otros fines, como es el caso de la «contratación conjunta de los seguros de daños y los de responsabilidad civil».

Hasta el momento, los seguros se suscribían a través de Seiasa, aunque Ferduero intervenía en la negociación de las condiciones. Ahora, se pretende lograr «una contratación conjunta para todas las instalaciones, aunque con pólizas individuales que se adapten a las necesidades de cada comunidad». Manuel Mantecón explicó que se trata de un «asunto complejo», pero que permitirá «abaratar precios».

Cinco años de éxitos

Por otra parte, recordó que la institución lleva ya cinco años, desde el 3 de abril de 2008, trabajando en favor de los regantes, para favorecer sus condiciones de trabajo. En ese momento, Ferduero integraba a dieciséis entidades (dos de ellas juntas centrales) y que agrupaban a un total de 75 grupos de profesionales de la cuenca del Duero, con una superficie de 132.243 hectáreas. Cinco años más tarde, Ferduero reúne a 113 comunidades de regantes que aglutinan 196.996 hectáreas. Además, la asociación mantiene su previsión de crecimiento y, en estos momentos, otras seis comunidades ya han mostrado su interés por integrarse en este colectivo. Con ellas, la superficie bajo el paraguas de Ferduero llegaría a las 230.681 hectáreas de las 350.000 que Mantecón estimó que pueden llegar a abarcar.

Estas comunidades a las que Ferduero ha «tendido la mano» son la del Canal del Pisuerga de Palencia (10.000 hectáreas); los regantes del Margen Izquierdo del Porma (14.093 hectáreas); el Canal de Babilafuente de Salamanca (3.688 hectáreas); el Canal de Villoria de Salamanca (5.354); la comunidad de regantes La Primera de Alar de Rey de Palencia (288) y Vega de Villano de Palencia (260 hectáreas).

Desde sus inicios como asociación, Ferduero también ha apostado por la modernización de los regadíos. Según sus datos, las actuaciones de modernización ya ejecutadas afectan a más de 78.000 hectáreas, con una inversión que supera los 463 millones de euros y un ahorro medio de agua cercano a los 3.000 metros cúbicos por hectárea.

El secretario general de Ferduero apuntó que esta modernización ha conseguido que «las producciones de remolacha hayan pasado de rendimientos de 80 toneladas por hectárea a 120» o que, en el caso del maíz, se hayan recogido producciones «de 18.000 kilos por hectárea cuando antes era complicado llegar a los 10.000 y 12.000».