El belén de la familia Trebolle-Liz atrae a miles de visitantes a la iglesia de San Lorenzo

El espectacular nacimiento esta formado por más de 140 figuras, muchas de ellas en movimiento.

El belén de la familia Trebolle-Liz es ya todo un clásico en las navidades de Valladolid. Ciudad con una gran tradición belenística y con montadores de prestigio.

Un nacimiento con solera , patrimonio belenístico de la parroquia de Nuestra Señora de San Lorenzo, que es de los más visitados cada año en la capital el Pisuerga. No en vano, es respetuoso con el relato bíblico y no deja de sorprender cada año con nuevas figuras, muchas de ellas inéditas en España, como una serie napolitana de piezas en movimiento en la escena del campo de los pastores en la que aparecen un esquilador, varios carneros bebiendo agua de un arroyo. El belén cuenta con cuidados y realistas escenarios que giran en torno a Tierra Santa. Desde Jerusalén hasta Egipto, representado por el Templo de Luxor, una de las novedades, pasando por Belén y Nazaret, para revivir el nacimiento e infancia de Jesús.

La iglesia de la patrona de Valladolid acoge este espectacular narración de la concepción, nacimiento y adoración a Jesús elaborada, con esmero y mucho cariño a lo largo de muchas de horas de trabajo, por Feliciano Trebolle, presidente de la Audiencia Provincial de Valladolid, junto a su mujer y su hija, María Elena Liz y Patricia Trebolle, respectivamente, con la colaboración de sus amigos Juan Pablo Sánchez y José Ángel Camina.

Con una extensión de dieciséis metros de largo y dos y medio de fondo, está compuesto por más de 140 figuras sin contar a los animales, 34 de ellas en movimiento, lo que le otorga al nacimiento un realismo, una cotidianeidad y un dinamismo difícil de igualar.

Miles de personas, muchas de ellas niños, encandilados por este movimiento de las figuras», según explica a LA RAZÓN Feliciano Trebolle, se han acercado ya hasta la parroquia para disfrutar de esta espectacular recreación histórica. De hecho, cuenta como anécdota que un día tuvieron que cortar la energía para que una madre pudiera llevarse a sus hijos a casa porque no dejaban de contemplar las figuras. En este nacimiento se rinde también un particular y merecido homenaje a los abuelos por su contribución a la salida de la crisis en España en ayuda del bienestar de sus hijos y nietos. Un tributo que la familia Trebolle-Liz realiza mediante dos figuras que representan a un matrimonio de ancianos que observan al niño Jesús junto al portal.

El nacimiento, con piezas cedidas también por la Asociación belenista Castellana, narra pasajes bíblicos de la vida de Jesús y sus padres. Desde los desposorios de la Virgen María y San José dentro de un templo, hasta el tercer sueño de San José, cuando un ángel le dice que Herodes ha muerto y que puede regresar a Nazaret -que cierra la narración-, pasando por el descanso de ambos durante el embarazo, la búsqueda de posada y el portal, el empadronamiento de la Virgen María y San José al entrar en Belén, la huida a Egipto, la presentación de Jesús al sumo sacerdote o la pérdida y posterior hallazgo del niño.