Emprendedores

Familias y amigos animan a contratar a personas con síndrome de Down en León

Varios jóvenes durante una de las clases del programa de cualificación profesional impartido por Amidown León.
Varios jóvenes durante una de las clases del programa de cualificación profesional impartido por Amidown León.larazon

En la Asociación de Amigos con Síndrome de Down de León (Amidown) están preocupados porque en estos momentos no tienen ninguna oferta laboral encima de la mesa para alguno de los cerca de ochenta chicos y chicas que atienden entre socios y no socios de todos los rangos de edad, aunque la mayoría tienen entre 25 y 30 años.

Pero mientras llega esa oferta, vital para estas personas y su desarrollo personal, la Asociación sigue formando a sus chicos a través de cursos, como uno de auxiliar de Comercio en el que han participado once personas, o el que están preparando ahora para este año de Auxiliar Administrativo. «Han hecho de todo y tienen muchas habilidades», destaca a LA RAZÓN José Antonio Herrero Canga, secretario de la Junta Directiva de Amidown León, mientras pide a los empresarios leoneses que les den una oportunidad, «porque se lo merecen», y a las administraciones, que cumplan también la Ley. Además, recuerda y se felicita por ello, que cada chico con Síndrome de Down que han conseguido colocar desde la Asociación en el algún empleo, chico que se ha quedado con ese puesto de trabajo.

Aprendizaje vital

Pero mientras llegan esas ofertas, trabajan para mejorar la calidad de vida y bienestar de estas personas, y, en estos momentos, preparan un programa de vida independiente para promocionar la autonomía de estas personas y reforzar sus habilidades en el día a día para que puedan valerse por sí mismos. Un proyecto escuela, aún en ciernes, necesario para completar el aprendizaje vital de este colectivo, que empezará a funcionar el próximo año. Ahora están con el diseño de la parte teórica así como con la selección de candidatos, y en marzo empezarán a hablar con las familias para concienciarlas de la importancia de este programa. Tanto para frenar la especial sobreprotección que ejercen sobre sus hijos, como de las ventajas que tiene para lograr el fin último de la Asociación, que no es otro que estas personas accedan a un empleo ordinario con el que puedan ganarse la vida y ser del todo independientes, así como evitar su exclusión social.

En este programa sólo pueden participar tres personas, ya que hace falta un piso que aún están buscando y que esperan conseguir sin que les cueste un euro. Se trata de un hogar en el que los tres elegidos convivirán durante dos o tres años hasta que alcancen las habilidades necesarias para poder independizarse, en el que se repartirán las tareas y tomarán sus propias decisiones. Al respecto, Herrero Canga explica que no será un piso tutelado, y que con ellos vivirá un mediador que sólo intervendrá en caso de que haya algún conflicto o desacuerdo. Este mediador será, además, un joven que esté estudiando Educación Especial, de tal forma que este programa le servirá de práctica para su futuro laboral además de que podrá ahorrarse bastante dinero ya que su remuneración sería vivir en el piso. Un proyecto, que se suma a los de atención temprana, formación y autonomía personal y empleo, y al que podría añadirse en un futuro no muy lejano otro de envejecimiento, que están estudiando, ya que han recibido peticiones.