Castilla y León

Hacerse policía, una tabla de salvación para los jóvenes que están en el paro

Miles de ellos aspiran a las 50 plazas de las oposiciones convocadas hoy en Ávila

Un grupo de jóvenes opositores, antes de examinarse para maestro en Educación Física el pasado mes de junio en Salamanca
Un grupo de jóvenes opositores, antes de examinarse para maestro en Educación Física el pasado mes de junio en Salamancalarazon

Valladolid/Ávila- A pesar del cambio de tendencia que se está anunciando desde un optimista Gobierno de España, encontrar un trabajo en nuestro país sigue siendo todavía una quimera, por no decir una misión casi imposible. Y, especialmente, si la persona que quiere trabajar es un joven con treinta o menos años.

Estudios recientes sobre el mercado laboral advierten de que la tasa de paro juvenil en nuestro país se sitúa por encima del cincuenta por ciento, y que desde que comenzara la crisis el empleo joven se ha destruido en la Comunidad a un mayor ritmo que la media del resto de España. Un informe elaborado por la Asociación de Empresas de Trabajo Temporal (Asempleo) revela que en la actualidad hay alrededor de 36.000 jóvenes de 25 años en Castilla y León que están ocupados, pero que esta cifra era tres veces mayor en el año 2007, cuando empezaba a atisbarse la crisis económica en España. Tal es la situación, que este mismo estudio informa de que cuatro de cada diez jóvenes castellanos y leoneses que buscaban activamente empleo han dejado de hacerlo desde que comenzó la recesión debido a la falta de expectativas que encuentran en el mercado laboral. Lo que ha posibilitado que el número de menores de 25 años que viven en nuestra Comunidad haya crecido un 61 por ciento desde 2007, según ese informe. Otros estudios, como uno reciente del Consejo de la Juventud, revela que el 77 por ciento de los jóvenes menores de 30 años que se encuentran en el paro tiene experiencia laboral, pero que el 88,5 por ciento de estos está estudiando, el porcentaje más amplio tras Navarra y País Vasco.

Y es que, la mayoría de estos jóvenes -que además siguen viviendo con sus padres ante la imposibilidad de emanciparse- han visto en las oposiciones de las ofertas de empleo público su tabla de salvación, y eso a pesar de que las plazas que se convocan son cada vez menores. Por ejemplo, más de 3.100 jóvenes de entre 18 y 30 años aspirarán a finales de este mes a una de las cincuenta plazas disponibles y previstas en la oferta de empleo para la Escala Ejecutiva de la Policía, es decir, para convertirse en inspectores. Comienzan las pruebas físicas, y entre los que se presentan, muchos son agentes de la Escala Básica que quieren crecer, aunque la mayoría jóvenes con estudios universitarios que tienen pocas expectativas de encontrar un empleo y ganarse la vida en la profesión que estudiaron. Como es el caso de Alberto, un joven titulado de 27 años que se va a presentar por segunda vez a esta oposición para ser inspector de Policía -tras haber quedado cortado en las últimas pruebas de la anterior convocatoria- debido a que la caída de obras de ingeniería en España le ha dejado con menores expectativas de encontrar un trabajo y ha decidido optar por otras salidas laborales con las que poder labrarse un futuro sin salir al exterior. Para la Escala Básica se presentaron entre marzo y abril 26.000 personas para 153 plazas. Más de once mil jóvenes se examinaron en junio, para optar a alguna de las 176 vacantes aprobadas por la Junta de Castilla y León para ser maestro de escuela. Mucho arroz para tan poco pollo, como dice el refranero popular. Pero la esperanza es lo último que se pierde, y para estos jóvenes aspirantes, las oposiciones se han convertido, ahora mismo, en su mejor opción, si no la única.