Herrera cifra en más de once millones las ayudas al Plan Industrial de Renault

Entre once y doce millones de euros. Ésta es la cantidad con la que que la Junta de Castilla y León ayudará a Renault para que pueda acometer su Plan Industrial en nuestra Comunidad. Un ambicioso proyecto de futuro que prevé la creación de más de un millar de empleos directos solo en Castilla y León y que supondrá la adjudicación de la fabricación de dos nuevos modelos de la gama Megane en la planta palentina de Villamuriel de Cerrato y la producción de motores en la factoría de Valladolid.

El presidente de la Junta confirmaba ayer en las Cortes regionales este dato, mientras respondía a la pregunta del leonesista Alejandro Valderas, preocupado por el «exceso de ayuda pública» que, a su juicio, el Gobierno regional destina a Renault y que puede poner en peligro otras inversiones. Herrera cifraba en estos once o doce millones la subvención «a fondo perdido» que su Gobierno destinará a Renault, si bien explicaba que esta cantidad no es definitiva ni exacta hasta que la multinacional del rombo concrete también en ventanilla sus propuestas de inversión. En su intervención Herrera justificaba las ayudas a Renault en la importancia del sector de la automoción en Castilla y León, que da trabajo a más de 40.000 familias y exporta el 40 por ciento del total de las ventas de Castilla y León, así como en lo que supone este Plan Industrial para la Comunidad, «ganado -decía- gracias al esfuerzo de los trabajadores», en materia de innovación, formación y, en definitiva, en competitividad. El presidente insistía en que Castilla y León seguirá apoyando a este sector, y aseguraba que se apoyará en la automoción para que sea el inicio de la recuperación económica en nuestra Comunidad.

Duelo de cartas

La Ley de la Dependencia y su aplicación en Castilla y León tuvo tambien especial protagonismo en pleno de las Cortes de ayer. Ante la pregunta del socialista Óscar López sobre cuántas personas han visto reducida su ayuda en los últimos meses tras la reforma que entró en vigor el pasado 1 de agosto, Herrera defendía la gestión de la Dependencia que se realiza en Castilla y León, «con 62.000 personas atendidas -explicaba- de las que el sesenta por ciento lo son a través del servicio de un profesional, y más de 15.500 empleos vinculados a esta prestación», así como las opciones que ofrece la Junta a estas personas a las que se ha reducido la ayuda por cuidar a su familiar. El presidente reconocía los recortes por la reducción de transferencias que recien del Estado, pero a la vez, destacaba que la Junta no bajará el gasto en Dependencia el próximo año. E invitaba al dirigente socialista a que se sume a una necesaria reflexión sobre el futuro de los servicios y el empleo ligados a la Dependencia ante la escasez de recursos.

López, por su parte, pedía a Herrera que piense más en las personas y rectifique por «humanidad», y sacaba una carta que ponía el ejemplo de un pensionista que cobra 600 euros mensuales y recibía 506 de ayuda para su cuidado en el entorno familiar antes de la reforma, pero que ahora percibe 50 euros debido al «doble recorte» que hace la Junta. El presidente, molesto, respondía al portavoz de la oposición con otra misiva en la que su Gobierno le ofrece a otro pensionista, que cobra al mes 850 euros, la posibilidad de modificar su prestación directa de 380 euros para su cuidado por un familiar por la ayuda de un servicio profesional valorada en 480 euros. «Sea usted cierto, coherente y leal», le espetaba Herrera a Óscar López.

Afectados por la Dependencia piden dignidad

Alrededor de cien personas, entre familiares de dependientes y trabajadores afectados por los recortes en las ayudas de la Junta, se concentraron ayer en las puertas de las Cortes de Castilla y León, para denunciar su situación y la reducción de hasta un 90 por ciento en las ayudas en algunos casos y reclamar al Gobierno regional que no juegue con la dignidad de estas personas y su derecho a vivir con decencia. Con pancartas en las que se podía leer «La dependencia está de luto y llora por los dependientes» o «La paguita es calidad de vida para los dependientes», los afectados denunciaron también el recorte de horas en la asistencia a domicilio que están padeciendo los empleados y especialmente en el medio rural.