Herrera reprocha a Iberdrola su «prepotencia» ante el cierre de Velilla

El presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, salió visiblemente disgustado del encuentro que mantuvo ayer en Madrid con el ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital, Álvaro Nadal, el presidente de Asturias, Javier Fernández, y el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, con el cierre de las centrales térmicas de Velilla del Río Carrión, en Palencia, y de Lada, en Asturias, sobre la mesa.

Y es que durante la reunión, de dos horas de duración, el responsable de la compañía eléctrica reafirmó el deseo de Iberdrola de cerrar no sólo ambas centrales sino todas las que tiene por el mundo al defender que esta energía sólo representa el 1,8 por ciento de la capacidad total del grupo.

El jefe del Ejecutivo regional reprochaba a Iberdrola su «prepotencia» ante el cierre de Velilla y que la compañía haya cambiado de posición «sin anticipación, ni suficiente justificación» en cuanto a la estrategia energética en la región. Asimismo, el presidente aseguraba que el cierre de las centrales de Lada y Velilla tendrá unos «efectos devastadores» en estas comarcas y una repercusión en el empleo directo e indirecto. Sólo en el caso de la central palentina, Herrera cifraba la pérdida en 80 empleos directos y otros 200 en torno a los servicios de alrededor de la térmica y afectaría también a algunas de las empresas mineras que siguen suministrando carbón autóctono. Por ello, Juan Vicente Herrera pedía a los grupos parlamentarios en el Congreso que se muestren «receptivos» y den el «mayor respaldo posible» al nuevo Real Decreto para el cierre de centrales. «No tiene ningún sentido económico desde los intereses de la compañía que, después de las inversiones que han acometido en la zona, ahora tomen la decisión de cerrar», lamentaba el jefe del Ejecutivo autonómico, a la vez que echaba en cara al presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, que haya planteado como argumentos para el cierre la apuesta de la compañía por la «orientación verde». «¡Cómo si los demás no fuéramos también verdes y no apostáramos también por la lucha contra el cambio climático!», ironizaba el presidente, para quien este planteamiento «no justifica por sí solo decisiones empresariales aisladas, individuales y que quieren marcar la política energética de España».

Tras reiterar su petición a Sánchez Galán de que rectifique y no cierre la central de Velilla, Herrera insistía en la importancia de que los partidos políticos apoyen al Gobierno de España frente a las pretensiones de la compañía de «sustituir una determinada energía por otra para obtener retribución».

La compañía solicitó el pasado 10 de noviembre la autorización de cierre de las centrales térmicas de Lada, en Asturias, y de Velilla del Río Carrión, en Palencia, ante el Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital, plantas que suman una potencia de 874 megavatios y que el pasado año produjeron menos del 1 por ciento del total generado en España.