Política

Valladolid

La escultura de Chillida y la poesía de Guillén se encuentran en el Patio Herreriano de Valladolid

La teniente de alcalde y concejal de Cultura, Ana Redondo, inaugura en el Museo la exposición

Ana Redondo conversa con el hijo de Eduardo Chillida y presidente de la Fundación, Luis Chillida
Ana Redondo conversa con el hijo de Eduardo Chillida y presidente de la Fundación, Luis Chillidalarazon

Obras del escultor Eduardo Chillida (1924-2002) y del poeta Jorge Guillén (1893-1984) protagonizan dos sugerentes exposiciones en el Museo Patio Herreriano de Valladolid, que más expectación han creado en la ciudad en los últimos tiempos.

«Lo profundo es el aire» y «De Chillida a Guillén. Esta es la mano de tu amigo», son los títulos de ambas muestras que inauguraba ayer la concejal de Cultura, Ana Redondo, que podrán verse hasta el próximo 3 de marzo.

De esta forma, el escultor que escribe con el cincel y el literato que esculpe en verso se dan la mano para subrayar, casi medio sigo después, una amistad que comenzó un día de 1971 en la Universidad de Harvard, donde ambos genios se citaron para pergeñar una obra de arte fruto de su mutua admiración. De hecho, la capilla del Museo acoge una escultura hecha en un gran bloque de granito que Chillida realizó tras inspirarse en el poema «Más allá» de Guillén pero también hay dibujos y xilografías de manos y otros poemas.

Mientras que «De Chillida a Guillén. Esta es la mano de tu amigo» cuenta con medio centenar de dibujos y esculturas de manos realizados por Chillida desde 1948. Las manos acompañaron al artista toda su vida porque fueron la primera intuición del escultor hacia el verdadero camino del arte. «Cuando mi padre dedicaba una obra a alguien profundizaba mucho en su personalidad», destacaba Luis Chillida, durante la presentación de las exposiciones, mientras explicaba que tras la muerte de Guillén, su padre releyó su obra y le abrió la mente en determinados caminos.

Ana Redondo, por su parte, señalaba de ambas exposiciones que entroncan con el sentimiento profundo de la vida, de la libertad y de la necesidad de la belleza y de perdurar en el tiempo, y destacaba el papel que jugó el ex alcalde Tomás Rodríguez Bolaños, fallecido recientemente, como artífice de este encuentro entre «dos grandes de la cultura universal».