Gastronomía

Los alimentos de Valladolid siguen al alza y sorprenden en Madrid Fusión

La feria arranca con un multitudinario brindis con vinos de Ribera de Duero, otra vez protagonistas en el certamen gastronómico por excelencia

El presidente de la Diputación de Valladolid, Jesús Julio Carnero, junto a los cocineros Martín Berasategui y Víctor Martín
El presidente de la Diputación de Valladolid, Jesús Julio Carnero, junto a los cocineros Martín Berasategui y Víctor Martínlarazon

La Marca Alimentos de Valladolid sigue imparable. En apenas ocho meses de vida, son ya más de 450 los productos alimentarios amparados por este marchamo de calidad al que se siguen sumando empresas del sector, como son los restaurantes, y que se abre también al comercio minorista tradicional y al turismo.

Así lo destacaba ayer el presidente de la Diputación de Valladolid, Jesús Julio Carnero, durante la primera jornada de Madrid Fusión, donde insistía en que las posibilidades de futuro que se abren en la provincia vallisoletana a través de la restauración «son inmensas». Carnero insistía en la apuesta de la Marca por poner en valor la variedad y calidad de la cocina vallisoletana desde la vanguardia pero sin perder la tradición, y ponía como ejemplo de ello al chef del Restaurante Trigo de Valladolid, Víctor Martín, que recientemente ha obtenido una Estrella Michelin. El chef impartía una «masterclass» sobre los pichones de Tierra de Campos y los productos de la Huerta Ecológica de Escuela Universitaria de Ingeniería Agrícola (INEA) de la ciudad, que llamó la atención de los numerosos asistentes a la presentación.

Quesos, cervezas artesanas, aceite de oliva, dulces, embutidos o espárragos, huevos, aves y, sobre todo, vino, forma parte de la amplia y variada oferta de los alimentos de Valladolid en el stand que ocupa en esta feria.

El certamen gastronómico por excelencia en España volvía a abrir un año más con los vinos de la Denominación de Origen Ribera de Duero. Su presidente, Enrique Pascual, destacaba la importancia de esta feria para el sector así como el «buen momento» que atraviesa la D.O, con 98 millones de botellas vendidas el pasado año, pese a la caída de la producción y el consumo en el país.

La jornada inaugural de Madrid Fusión servía también para que el empresario y bodeguero vallisoletano Carlos Moro, presidente del Grupo Matarromera, presentara su primer vino de la D.O. Ribeiro, Finca San Cibrao 2017. Un proyecto, fruto de la cooperación entre su compañía y Viña Costeira, con el que Moro prosigue con su apuesta por explorar todas y cada una de las variedades de uva autóctonas de España.

Los torreznos de Soria y su cocina numantina, y la alubia roja de la localidad burgalesa de Ibeas de Juarros, que se cultiva junto al río Arlanzón, en la sierra de Atapuerca, eran también protagonistas en Madrid Fusión.

En el expositor de la Diputación de Soria se podía degustar el menú elaborado por la chef del restaurante Los Villares, Melania Cascante, compuesto por trigo con boletus, gachas con torreznillos y leche frita con pimienta. Mientras que de la mano de Burgos Alimenta, el mirandés Alberto Molinero, de La Roca; y el burgalés Pablo Cófreces, de Casa Ojeda, enseñaban las bondades y versatilidad de la legumbre , caracterizada por su cremosidad, mantecosidad y suavidad, que se multiplican cuando forman parte de la «Olla podrida», uno de los platos típicos de la provincia.