Los habitantes de Arribes del Duero recuperan la calma pese a los daños

ZAMORA- Triste despertar en la zona zamorana del Parque Natural Arribes del Duero ante el desolador espectáculo que tuvieron que presenciar los vecinos de la localidad zamorana de Villardiegua de la Ribera con los primeros rayos de luz del día. El olor a quemado, a humo y a cenizas que acompañó a decenas de ellos -los de mayor edad sobre todo- cuando regresaban a sus casas tras haber pasado la noche en el polideportivo municipal de la vecina localidad de Bermillo de Sayago, no presagiaba nada bueno. Otros muchos -los más jóvenes del pueblo- se quedaron a luchar contra el fuego y cuidar del pueblo para salvar lo máximo posible de sus propiedades, aunque no pudieron evitar que las llamas calcinaran varias casas viejas y algunas naves con ganado, que fueron presa fácil de las llamas. Horrible la imagen que presentaba una de estas naves en la que varios terneros y vacas estabuladas perecieron abrasadas, alguna de ellas incluso con las tripas fuera reventada por el calor, víctimas de un incendio que actuó sin piedad.

El fuego, que ha abrasado más de mil hectáreas en un perímetro de veinte kilómetros dentro del Parque Natural de Arribes del Duero, quedaba estabilizado a primera hora de la mañana de ayer, gracias al arduo trabajo que durante toda la noche del pasado jueves al viernes llevaron a cabo más de 180 personas, entre ellas muchas pertenecientes a brigadas de provincias limítrofes e incluso de la Unidad Militar de Emergencias (UME). Si bien, al cierre de esta edición, todavía permanecía activo y el riesgo de que el fuego pudiera reproducirse debido a las altas temperaturas era alto. Algo que confirmaba el propio consejero de Fomento y Medio Ambiente, Antonio Silván, que siguió las evoluciones del fuego desde el puesto de mando situado en Luelmo de Sayago, donde pidió prudencia y extremar las precauciones. Personal de tierra y aéreo siguió en la zona toda la noche refrescando los terrenos afectados para evitar que se reavivaran las llamas.

Rápido como un rayo

Entre los vecinos del municipio reina ya la tranquilidad y la normalidad ha vuelto ya a sus casas, aunque aún se asombran de la facilidad con que las llamas de este incendio, que se originó en la localidad portuguesa de Aldeia Nova, atravesaron el río Duero aprovechando la fuerza del viento para «brincar», como dicen por esta zona, y pasar a la otra orilla, ya zamorana, y extenderse como el rayo de rápido. También en localidades cercanas como Villadepera, en la provincia de Zamora, y donde ya conocen la dureza del fuego de otras ocasiones, se vivieron momentos terribles en la madrugada del viernes. Y más hacia abajo, en la zona salmantina de Arribes del Duero, los vecinos de Puerto Seguro tuvieron que pasar por una situación de desalojo y de caos por el miedo a un fuego que los habitantes de ese municipio vieron en la puerta de sus casas. Un fuego que quedaba controlado de madrugada aunque dos cuadrillas de forestales y dos camiones autobombas, con sus respectivos conductores y mangueristas, además de algunos vecinos pasaron la noche en vela para evitar reproducciones.

Éste último incendio ha sido intencionado y durante toda la tarde ayer, agentes de la Guardia Civil y de la guardería de Medio Ambiente de Castilla y León han hablado con numerosos vecinos de Puerto Seguro, con el fin de esclarecer los hechos de los dos incendios forestales al parecer intencionados declarados en este pueblo salmantino. Igualmente, se trabaja en la búsqueda del cupable o culpables de otro incendio también intencionado y que quedaba controlado en el municipio de Olleros de Alba, en plena Montaña Central de la provincia de León, así como de otros dos fuegos, también intencionados, en los municipios de Fabero y Ponferrada, en El Bierzo, y que permanecían activos.

«Los fuegos nos incumben a todos»

El consejero de Fomento y Medio Ambiente, Antonio Silván, transmitió su apoyo y solidaridad a los vecinos afectados por los distintos incendios intencionados que han asolado en los últimos días a las provincias de Zamora, Salamanca y León, si bien en el caso del fuego de Villardiegua de La Ribera, que se originó en Portugal, aún se trabaja para esclarecer las causas. Silván recordó que la lucha contra los incendios es algo que incumbe a todos, por lo que volvió a pedir a los ciudadanos su ayuda y su compromiso para tratar de desenmascarar a los pirómanos, que calificó de «criminales medioambientales».