Ponferrada

Los más grandes ciclistas respaldan con su presencia el Mundial de Ponferrada

Los cinco ciclistas, durante un momento de su recorrido por el circuito ponferradino
Los cinco ciclistas, durante un momento de su recorrido por el circuito ponferradinolarazon

Quién mejor que Miguel Induráin, Pedro Delgado, Ignacio Astarloa, Óscar Freire o Abraham Olano para presentar el recorrido de una prueba mundialista. Todos ellos, salvo Delgado, han probado las mieles del triunfo en una prueba del Mundial -Induráin lo fue en contrarreloj-, e incluso Freire lo ha sido en tres ocasiones. Pues eso es lo que ocurrió ayer en la localidad leonesa de Ponferrada, que acogerá la prueba en ruta del Mundial de Ciclismo el 28 de septiembre del próximo año.

Estos cinco grandes del ciclismo español recorrieron los 18,2 kilómetros de un circuito al que se darán catorce vueltas hasta completar una distancia total de 254,8 kilómetros. Fue un día desapacible en lo climatológico, pero especial en lo emotivo, ya que ha supuesto el bautismo del circuito mundialista, con unos padrinos de auténtico lujo, de los que pudieron disfrutar los ponferradinos. Todos ellos coincidieron en apuntar que se trata de un trazado duro y exigente, aunque no el que deseaban, entre las varias alternativas presentadas, para las aspiraciones de los españoles. «No es el mejor circuito para los corredores españoles. Es duro, pero no selectivo, y habrá más candidatos al triunfo», explicaba el seleccionador nacional, el vallisoletano Javier Mínguez, para quien la clave del Mundial será la subida de cinco kilómetros hasta el Alto de Montearenas. «Los que coronen -decía- se la jugarán en la meta». Igualmente, el segoviano Pedro Delgado señalaba que, por sus características, a nuestros corredores les hubiera gustado que el recorrido fuese aún más duro y mucho más exigente. Y, el cinco veces ganador del Tour de Francia, Miguel Induráin, dejaba claro que este trazado no es de los más duros en los que ha participado o ha conocido en un Mundial, pero sí que advertía de que se trata de un recorrido muy rápido, complicado y selectivo porque los corredores llegarán cansados a este final de temporada. Al que más le ha gustado el trazado ha sido a Freire, quien aseguraba que a él, en sus buenos momentos, le hubiera venido estupendamente por sus condiciones de sprinter.

El circuito está marcado por la subida de cinco kilómetros hasta Montearenas, así como por una rápida y prolongada bajada hacía el pantano de Bárcena, que cuenta con una curva justo a la entrada de la presa que los corredores valoraban como peligrosa y a tener muy en cuenta por posibles caídas, sobre todo, si llueve.

El mejor mundial de la historia

Antes de montarse en la bicicleta, estos cinco grandes de las dos ruedas visitaron el casco antiguo de la capital berciana para conocer los museos y el castillo de los Templarios. Después se desplazaron al entorno del Toralín para conocer el núcleo central de la prueba, una zona conocida en la capital del Bierzo como «Burbuja», para después desplazarse hasta las oficinas centrales del Mundial, que se ubican en la sede de la Fundación Ciudad de la Energía (Ciuden) en la antigua central térmica de Compostilla.

El director general de Deportes de la Junta, Alfonso Lahuerta, y el alcalde de Ponferrada, Samuel Folgueral, tampoco quisieron perderse esta histórica jornada para el deporte castellano y leonés, en general, y para el berciano, en particular, y departieron con los corredores antes de que se vistieran de corto para realizar el circuito. Para Lahuerta, el día de ayer ha supuesto «el mejor bautismo posible para este Mundial de Ciclismo», mientras confirmaba el respaldo del Gobierno que preside Juan Vicente Herrera a esta cita mundialista, y se felicitaba porque «toda España y todo el mundo ven que el Mundial de Ponferrada marcha viento en popa y a toda vela».

Por su parte, Samuel Folgueral, destacaba que con este acto, «se cierra un trabajo muy duro, de muchos meses para levantar el evento y garantizarlo», y afirmaba, rotundo, que Ponferrada organizará el próximo año «el mejor Mundial de Ciclismo de la historia».