Valladolid

Luis Argüello reivindica en Valladolid el valor de toda vida más allá del sufrimiento físico y moral

El obispo auxiliar preside el ofrecimiento de los Dolores a la Virgen en la Iglesia de la Santa Vera Cruz

Luis Argüello, secretario de los obispos españoles
Luis Argüello, secretario de los obispos españoleslarazon

En una cultura marcadamente emotivista y sin la referencia de la vida eterna, el sufrimiento que acompaña a la existencia es una extraordinaria piedra de tropiezo hasta el punto de llegar a proponer de forma más o menos clara este criterio: «Es preferible no nacer, si la nueva vida va a ser para sufrir y hacer sufrir; es mejor provocar el morir que vivir sufriendo». Así lo aseguró el obispo auxiliar de Valladolid, Luis Argüello, en el ofrecimiento de los Dolores a la Virgen en la Iglesia de la Santa Vera Cruz.

Allí, Argüello planteó la «trampa de la libertad» en la que vive la sociedad actual. «Ésta, seducida por cantos de sirena de autonomía y derecho a decidir en todos los órdenes de la vida, piensa que cuanto menores y más débiles sean los vínculos, mayor es la libertad», añadió.

«El yo desvinculado confunde el bien con la preferencia, la justicia con lo que me conviene y lo necesario con lo que deseo. Pero al romper el envoltorio atractivo de la independencia por falta de vínculos, aparece el fruto amargo del desarraigo, el desamparo y la soledad», aseveró el obispo auxiliar vallisoletano.

Refiriéndose en casi todo su discurso a la institución de la familia, afirmó que «el miedo al vínculo permanente de ser padres, agrandado por las reglas del juego de la economía dominante, está envejeciendo nuestra sociedad». «Es un dolor agudo que uno de cada cinco embarazos termine en aborto y que se difundan concepciones antropológicas en las que el cuerpo es un territorio más de la voluntad de poder, contrarias a la posibilidad misma de engendrar vida», aseguró.

Por todo ello, Luis Argüello pidió a la Madre de la Vera Cruz que llene de esperanza y compasión los corazones.