Literatura

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Más de 10.000 libros para revitalizar un pueblo burgalés de apenas 30 vecinos

La localidad de Quintanalara apuesta por esta iniciativa para atraer visitantes a esta comarca

Voluntarios del pueblo registrando libros
Voluntarios del pueblo registrando libroslarazon

La localidad de Quintanalara apuesta por esta iniciativa para atraer visitantes a esta comarca

Revitalizar la vida de los pequeños pueblos con distintas iniciativas que atraigan a curiosos además de dar «tareas y vida a los habitantes de estas localidades». En eso andan implicados los 30 vecinos de Quintanalara, una pedanía de Revilla del Campo, en Burgos, que quiere poner en marcha, a partir del próximo mes de abril o mayo, una biblioteca de intercambio abierta permanente y, convertir al pueblo en un referente cultural, con la literatura como la gran protagonista.

Y el principal precursor de esta idea es el alcalde, Rubén Heras, quien en declaraciones a La RAZÓN, destaca que la idea surgió cuando se toparon con unas cajas de libros «y en vez de tirarlas a un contenedor, pensamos en hacer esta biblioteca de intercambio». A partir de aquí se hizo un llamamiento a la ciudadanía de Burgos para que toda la gente que quisiera donar libros lo hiciera, y «nosotros los recogíamos».

Y que mejor lugar para acoger eta biblioteca que un antiguo «Potro», también conocido como La Pobrera donde se colocarán los ejemplares. «El objetivo es que sea un lugar de intercambio y no de lectura», indica Heras.

El gran reto es llegar a los 10.000 libros, y en apenas dos meses se ha pasado de tener apenas unos 200 libros a sumar ya 6.000. «A través de la página web «bookcrossing», una red de intercambio internacional, se están registrando los ejemplares que van llegando, y la idea es ralizar un diario en el que se recoja el recorrido que está haciendo la obra». De momento, ya cuentan con 3.000 libros registrados, aunque el proceso todavía es complejo «ya que nos queda mucho trabajo por delante». «Pedimos a la gente que nos cedan aquellos libros que no quieren para darles una segunda oportunidad y, de esta manera, contribuir al desarrollo de la comarca de Tierra de Lara», señala. Para ello da una dirección electrónica: «quintanaentrelibros@yahoo.es» «Queremos dinamizar no sólo el pueblo sino toda la comarca, que aquel que venga conozca el patrimonio con el que contamos. Que se acerque a descubrirla iglesia románica de Jaramillo de la Fuente o las huellas de dinosaurio de Mambrillas de Lara, por ejemplo», manifiesta.

Y en este proyecto está involucrado la mayoría de los vecinos del pueblo. «Están ilusionados, ya que hay diez o quince personas que se llevan libros a casa para registrarlos». Los libros que están llegando son de las más diversas materia y en especial, de particulares, aunque también un par de instituciones han enviado numeroso ejemplares. Aunque el formato de la biblioteca, la preferencia van a ser libros de lecturas, aunque se estamos abiertos a todo, incluidas tanta revistas como enciclopedias.

Y se espera que sea el mes de abril o el de mayo cuando vea a la luz este proyecto. «Nos gustaría abrir el 23 de abril, coincidiendo con el Día del Libro, y querríamos contar con algún literato, a poder ser de la provincia, para que dé más realce a este evento».

Otra de las ideas a más largo plazo, es que los pueblos de la zona se puedan convertir en puntos temáticos de distintas materias. «Es decir, que si nuestros vecinos quieren hacer algo relacionado con la música, les mandaríamos todos los libros relacionados con ello. Que todos los municipios de Tierra de Lara se beneficien de este proyecto».

Actividades complementarias

Y ahí no queda eso, ya que además se plantea hacer presentaciones de libros «que se cree ese nexo de unión entre los propios autores y Quintanalara»; una Feria de Intercambio de Libros a lo largo de una jornada; y otras actividades complementarias como certámenes de relatos y cuentos.

«Desde 2008 llevamos peleando en la comarca y la economía apenas se ha movido. Este proyecto puede llamar la atención de vecinos de zonas urbanas y, al final, si se consigue que venga gente a conocernos ya nos damos por satisfechos», concluye Heras, que apuesta por proyectos de esta envergadura con el fin de mantener viva la llama de estos pueblos, donde la despoblación está a la orden del día.