Castilla y León

Nuevos pasos hacia una historia social y sanitaria única en Castilla y León

La residencia de mayores «La Rubia» de Valladolid prueba otro modelo de gestión que permitirá a los profesionales tener información detallada de la salud del usuario, prescripciones médicas y famacéuticas

La consejera de Familia, Isabel Blanco, conversa con dos residentes de la Rasva, durante la visita que realizaba a este centro
La consejera de Familia, Isabel Blanco, conversa con dos residentes de la Rasva, durante la visita que realizaba a este centrolarazon

Desde hoy y durante el próximo mes, la Residencia Asistida de Personas mayores «La Rubia» de Valladolid, conocida popularmente como la Rasva y dependiente de la Junta, probará un nuevo modelo de gestión residencial. Proyecto Giress es el nombre que se le ha dado a esta iniciativa piloto que permitirá a los profesionales de las residencia contar con información detallada del estado de salud del usuario, ya sean sus prescripciones médicas y farmacéuticas, con el objetivo de facilitar la labor a los trabajadores del centro y mejorar la calidad de vida de los residentes por cuanto se supone que con este sistema se reducirán derivaciones hospitalarias innecesarias.

La responsable del área asistencial de la residencia, Olga Velasco, aseguraba que este proyecto Giress se enmarca dentro de la plataforma Argoss que busca la atención de las personas con enfermedad crónica en situación de dependencia, ya sea en su domicilio o en un centro residencial. Velasco explicaba que durante un mes pondrán a prueba este modelo que pretenden trasladar al resto de residencias públicas y también privadas y concertadas, y que el objetivo último es que en unos años haya una única historia social y sanitaria de cada paciente.

La consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco, visitaba ayer esta residencia que acaba de cumplir treinta años, y conocía de cerca los entresijos de este renovado centro que cuenta con algunas de las novedades por las que el Gobierno regional apuesta a través de su modelo de atención personalizada «En mi casa», actualmente inmerso en un proceso judicial. Como por ejemplo, la unidad de convalecencia sociosanitaria, que cuenta con doce plazas o la unidad de convivencia para dieciséis más. Una residencia con capacidad para trescientas personas mayores dependientes, que dispone además de 36 vacantes para estancias diurnas en horarios de mañana, tarde y fin de semana, y otras tres plazas de respiro familiar. Todo ello bajo la atención y supervisión de 250 trabajadores.

La Junta ha actuado el pasado año y este que termina en este centro invirtiendo 1,2 millones de euros para la implantación de la unidad de convivencia y está previsto que en 2020 se inicie la licitación del proyecto que permitirá poner en marcha una nueva unidad de convivencia «para que las personas mayores sigan manteniendo el control de su vida», destacaba la consejera, quien avanzaba también que a finales del año que viene se remodelará también la planta baja.

Respecto al modelo «En mi casa», Isabel Blanco apuntaba que la Junta tiene preparado otro decreto por si el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León finalmente anula el existente que está recurrido, e insistía en que su departamento trabaja en la elaboración de una Ley de Atención Residencial que blindará este modelo y que se aprobará a lo largo de esta legislatura, aunque no concretaba fecha alguna.