Orientar el futuro laboral a través del Grupo Aspasia

Luis Puebla Argandoña, 39 años, acaba de seleccionar su futuro trabajo. Rosa Eva Prieto Fortes, 52 años, está empleada en la residencia San Ramón San Luis de Mojados (Valladolid). El primero, casado y con un niño pequeño de apenas cinco años. La segunda contrajo matrimonio hace más de dos décadas y ha tenido que cuidar toda su vida de un hijo que ya es adulto, 33 años. Aparentemente no tienen nada que ver. Dos personas normales con vidas paralelas que no se saludarían al verse por la calle. Como tantas otras.

Sin embargo, las vidas de Luis y Rosa Eva se cruzaron hace no demasiado tiempo. Como si de un capricho del destino se tratase, los caminos separados por los que transcurrían sus vidas convergieron en un mismo punto: un curso de atención sociosanitaria en Valladolid. Un salvavidas que les permitió reflotar cuando estaban a punto de hundirse.

Dicho programa, gestionado por el Servicio Público de Empleo de Castilla y León (ECYL) les acreditó un certificado de profesionalidad con carácter oficial y validez en todo el territorio nacional expedido por el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE). El valor de este título, que acredita el conjunto de competencias profesionales que capacitan para el desarrollo de una actividad laboral identificable en el sistema productivo español, les sirvió a los dos protagonistas para que las puertas del mercado laboral se abriesen a sus pies.

Así, desde el pasado mes de diciembre y durante aproximadamente seis meses Luis y Rosa compartieron su tiempo en una de las aulas del Grupo Aspasia, empresa referente en el sector de la formación en España. Allí estudiaron y trabajaron para reorientar su futuro laboral en uno de los muchos cursos gestionados por el ECYL.

Situaciones complicadas

Luis llegó al Grupo Aspasia tras doce años en una importante empresa de telecomunicaciones. De la noche a la mañana se quedó en situación de desempleo y, tras ese duro golpe, las dificultades para encontrar un puesto de trabajo de calidad fueron constantes. Finalmente, decidió dedicar un tiempo al estudio con la idea de mejorar su currículum.

Rosa, por su parte, era un ama de casa que, tras la pérdida del empleo de su marido, decidió comenzar a trabajar. «Si no hubiese sido por que mi marido se quedó en paro, jamás me hubiese planteado buscar un empleo», comenta.

Ninguno tenía un camino fácil para conseguir empleo. Sin embargo, su espíritu de lucha y superación y la calidad de la formación impartida por las compañías del conocimiento (sobrenombre que recibe el Grupo Aspasia) fueron suficientes para que ambos pudiesen comenzar una nueva vida.

A través de su experiencia en el curso Luis y Rosa se han preparado como profesionales en el sector sociosanitario. Ambos han adquirido competencias como: saber preparar y apoyar las intervenciones de atención a las personas y a su entorno en el ámbito institucional indicadas por el equipo interdisciplinar o desarrollar intervenciones de atención física, sanitaria y psicosocial dirigidas a personas dependientes.

A día de hoy, tanto Luis como Ana pueden desempeñar a la perfección puestos de trabajo como el de cuidador de minusválidos a domicilio o en instituciones sociales, gerocultor, etc.

Para Luis la diferencia que ha supuesto la formación recibida es significativa: «Ahora puedo elegir dónde quiero trabajar. He realizado numerosas entrevistas, y me acabo de decantar por el empleo que más me apetece realizar», señala. De hecho, tal fue el nivel de satisfacción de Luis con el curso, que decidió enlazarlo con otro y permanecer en compañía del Grupo Aspasia.

Rosa, por su parte, también ha conseguido su meta y trabaja como cuidadora en una residencia de su pueblo natal. «Logré el trabajo tras finalizar las prácticas que me ofrecieron en el curso, por lo que el esfuerzo realizado no fue en vano, y al final todo ha salido bien», indica.

A pesar de que ambos no tenían confianza en encontrar un empleo se muestran muy satisfechos con el curso, gracias al versátil currículum que han conseguido «ahora estamos preparados y no tenemos miedo de quedarme sin un puesto de trabajo».