Castilla y León

Palmas y ramos dan la bienvenida en la calle a la semana grande de la fe cristiana

El Galileo, a lomos de La Borriquilla, abre unos desfiles procesionales en los que participan miles de jóvenes y que serán seguidos por fieles y visitantes de toda España y del extranjero,

Imponente desfile procesional del Domingo de Ramos junto a las murallas de Ávila
Imponente desfile procesional del Domingo de Ramos junto a las murallas de Ávilalarazon

El Galileo, a lomos de La Borriquilla, abre unos desfiles procesionales en los que participan miles de jóvenes y que serán seguidos por fieles y visitantes de toda España y del extranjero.

Pese a las amenazas de lluvia en toda la Comunidad, las procesiones del Domingo de Ramos pudieron celebrarse para júbilo y fervor de las decenas de miles de personas que, agitando sus palmas y ramos de olivo, siguieron en calles y plazas de pueblos y ciudades de Castilla y León la entrada triunfal de Jesús de Nazaret a Jerusalén a lomos de una borriquilla. Una celebración en la que los niños fueron de nuevo protagonistas y que da la bienvenida a la semana grande de la Fe cristiana. Al respecto, el cardenal arzobispo de Valladolid, Ricardo Blázquez, llamaba ayer a aprovechar estos días para despertar nuestra Fe e ir al encuentro del Señor.

Aunque con las procesiones de ayer se inicia la Pasión de Cristo, las calles y plazas de la Región llevan días impregnadas de olor a olivo, incienso y laurel. El pasado Jueves de Dolores ya comenzaron a procesionar las Cofradías y Hermandades por todos los rincones de nuestra Comunidad. Y el Viernes de Dolores y Sábado de Pasión fueron muchos los desfiles procesionales que recorrieron en silencio y recogimiento diversas poblaciones de Castilla y León iniciando así unos días de pasión y fervor que culminaran con la alegría del Domingo de Resurrección. Hoy lunes se inician los días centrales de la conmemoración de la Pasión de Cristo que nos acercan a los momentos cumbres que viviremos, si el tiempo no lo impide, el Jueves y Viernes Santo. Días en los que las poblaciones de Castilla y León se convierten en un Museo en la calle con el devenir de Hermandades y Cofradías que alumbran tallas de valor incalculable, impregnadas de realismo y patetismo. Imágenes de: Gregorio Fernández, Juan de Juni, Alonso Berruguete, Juan de Ávila, Pedro de la Cuadra, la Escuela Castellana y otros imagineros sublimes. Valladolid, Medina de Rioseco, Medina del Campo, Peñafiel, Villavicencio de los Caballeros, Olmedo, Laguna de Duero, Tordesillas, Nava del Rey, Alaejos, Zamora, Aliste, León, Ponferrada, La Bañeza, Astorga, Sahagún, Villafranca del Bierzo, Segovia, Cuellar, Ávila, Salamanca, Candelario, Béjar, Soria, Medinacelli, Agreda, El Burgo de Osma, Palencia, Dueñas, Carrión de los Condes, Guardo, Burgos, Aranda de Duero y tantas otras poblaciones ofrecerán un aspecto único que se repite año tras año pero que en cada ocasión ofrece un instante singular a los que contemplan un año más los desfiles procesionales e impresiona a los que por primera vez vislumbran el paso de las tallas escoltadas por sus Cofradías al estilo castellano; en silencio y recogimiento, unas características propias que convierten la Semana Santa castellano-leonesa en única en su género, peculiaridades que debemos cuidar, mimar y proteger como una de nuestras señas de identidad por las que más somos conocidos y reconocidos en España y en el mundo.

Instantes únicos

Entre los actos imprescindibles están el Jueves de Pasión en Zamora con el Traslado del Cristo de Frontis; el Viernes de Dolores en Medina del Campo, con la Procesión de Nuestra Señora de los Dolores; el Sábado de Pasión y el Domingo de Ramos en Valladolid, con la procesión del Cristo de Las Cinco Llagas y la procesión de los niños de La Borriquilla; el Lunes Santo en Ávila, con la confluencia de las procesiones del Cristo de La Ilusión y Nuestra Señora de La Esperanza; o el Martes Santo con el Rosario Penitencial Obrero en Burgos, y con la procesión del Encuentro de la Virgen con su Hijo Camino del Calvario en Valladolid.

También destaca la Procesión de la Piedad con los pasos del Cristo de la Humildad, popularmente conocido como del Gallo, el Cristo de la Cruz a María y la Quinta Angustia, el Miércoles Santo en Valladolid; la Procesión deJueves Santo por la mañana del Cristo de La Luz, así como el Cristo desenclavado en Villavicencio de los Caballeros o la particular madrugá sevillana en las calles de Zamora.

Además, el Viernes Santo en Castilla y León es una procesión continúa desde primeras horas de la mañana, con el Pregón y Sermón de Las Siete Palabras y con la Procesión General de la Pasión en Valladolid; o con el Pregón a Caballo de la mañana en León, el Vía Crucis en el marco inigualable de la población salmantina de Candelario, o el Desfile de los Gremios en Medina de Rioseco con su tradicional baile de los Pasos y La Rodillada que realizan los Pasos ante la Virgen de la Cruz. Para el Sábado Santo quedan las Procesiones del Dolor y La Soledad de Palencia, la de la Sección de Damas de La Soledad en Zamora o la del Silencio en Salamanca. Y ya para el Domingo de Resurrección, día de alegría y de ambiente festivo, destaca la tradicional Bajada del Ángel de Peñafiel, fiesta de Interés Turístico Nacional. Religiosidad, recogimiento, compostura, pasión y devoción convierten la Semana Santa castellana y leonesa en un Museo en la calle en el marco arquitectónico incomparable de catedrales, iglesias, conventos y monumentos singulares de los centros históricos y barrios populares de la geografía de Castilla y León, visita obligada en estos días de Pasión.