Valladolid
Piedra del Molino celebra sus bodas de plata con la mirada puesta en Valladolid
Su director, el Premio Zorrilla de Poesía, Jorge de Arco, defiende las revistas literarias como atrayente y enriquecedor foro de debate.
Su director, el Premio Zorrilla de Poesía, Jorge de Arco, defiende las revistas literarias como atrayente y enriquecedor foro de debate.
Son trece años de una andadura tan «satisfactoria» como «complicada». La revista literaria «Piedras del Molino» alcanza sus bodas de plata al llegar a su 25 ejemplar publicado, con una peculiariedad que la hace distinta: una apuesta clara por la poesía de autor y la originalidad. Y con una mirada puesta, como no podía ser de otra forma en Valladolid, debido a que su director, Jorge de Arco, se encuentra muy vinculado a la capital del Pisuerga, con su participación en numerosos actos literarios y al convertirse en el primer galardonado con el Premio internacional de Poesía José Zorrilla.
Una pubicación de carácter bianual y que nació en Arcos de la Frontera, debido a los lazos familiares de su director con el ánimo de abrir las puertas a nuevas voces y que vieran sus textos inéditos en la revista. «Concebimos el proyecto desde la perspectiva de abordar desde el plano creativo y crítico una revista que tuviera un reflejo de las actuales tendecias poéticas tanto en España como fuera de España», indica De Arco en declaraciones a LA RAZÓN.
estéticas de hoy
«Es una ventana abierta a las estéticas de hoy. Todos los textos que aparecen son inéditos al igual que las traducciones y también pensamos en la génesis de que los poetas participantes sólo aparecieran una vez, con la intención de ofrecer la mayor diversidad», señala. A lo largo de estos trece años se han reunido 700 textos de poetas. «Una manera de mantener una identidad plural y que nos lleva además, a descubrir nuevos poetas y dar una mayor variedad a la publicación», sostiene Jorge De Arco.
La revista siempre tiene un formato similar -al recoger 28 y 30 poemas por número-, obras en versión original con su traducción posterior al castellano. Los primeros que aparecieron fueron coreanos y polacos, hasta hacer un recorrido prácticamente por todo el mundo (islandesa, árabe, portuguesa, marroquí...) hasta llegar hasta este número 25, donde en esta ocasión se refleja una antología de «haikus» desconocidos en Occidente, que se zambulle en la poesía japonesa, en la que 70 años después de la Segunda Guerra Mundial se recupera la desolación, la crueldad, la solidaridad y las luces y las sombras del ser humano en época de guerras, y que pretende hacernos reflexionar sobre esta atávica realidad humana.
También hay una sección, bajo el título «Tener en cuenta», sobre poemarios publicados recientes y su crítica. Y al final se encuentra «El vasar poético», con una reseña más amplia, donde la idea es dar prioridad y exclusividad con libros que tengan que ver con autores ya fallecidos o antologías que sean traducciones. En este último número se recoge una antología «Mírame, tiempo» de Luzmaría Jiménez Faro, fallecida el pasado año: «Estudios canarios» de Manuel González Sosa; o la traducción del portugués «Claros» de Antonio Ramos Sosa que se completa también con las Poesías Completas del sevillano Carlos Sahagún. «A mí siempre me ha interesado, la traducción al castellano, que me parece un trabajo muy difícil y no tan reconocido», añade De Arco, que también apuesta en «Piedra del Molino» por dar un espacio relevante al mundo de la traducción. En este sentido, ha habido números dedicados a Antonio Mingote o Luis García Ochoa o se han alternado de varios autores en la misma publicación.
«Traspasar las fronteras a partir de la poesía». El hecho de haberse convertido en un referente, no sólo en España -las nuevas tecnologías ayuda a ello- hace que en gran parte los traductores se interesen por este proyecto y ofrezcan publicar algunos autores desconocidos para que tenga su reperscusión impresa en papel. Y a ello se añaden las recomendaciones del Consejo Asesor.
Inmersos en el próximo número que saldrá publicado en las próximas semanas, habrá autores como Andrés Sánchez Robayna, Raquel Vázquez (último premio Ciudad de Valencia), o los galardonados en el Premio Adonais como Bibiana Collado, y a ello se sumarán las traducciones de un autor estadounidense.
Más poesía, más autores y cada vez menos soportes para que esta obra nueva y latente vea la luz ,que se trasluce en la crisis que vive el papel en general y, sobre todo las revistas de índole literaria. Es por ello que De Arco, defiende su valor, como el mejor foro para el debate cultural y lamenta los problemas económicos para sacar a la luz este tipo de publicaciones, por la cada vez mayor falta de interés por parte de los patrocinadores. Algo que está sufriendo en sus carnes «Piedra del Molino». «La revista está muy mimada y muy consentida pero existen muchas dificultades para seguir en papel. No me llama la atención la perdurabilidad en otro soporte», finaliza.
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