Pilar del Olmo defiende en Bruselas más fondos para el auge de los pueblos mineros

Pilar del Olmo, la consejera de Economía y Hacienda de la Junta, defiende en Bruselas más fondos específicos de la Unión Europea para apoyar a los municipios mineros y una discriminación positiva en las ayudas para afrontar el coste de la transición de ésta a otras actividades económicas que permitan el desarrollo de las comarcas afectadas.

Del Olmo defendió esta posición en el Parlamento Europeo, en presencia del vicepresidente de la Comisión Europea y responsable de Energía, Maros Sefcovic, en el transcurso del «Diálogo de Alto Nivel sobre Financiación e Inversiones» de la Plataforma de Regiones Carboneras en Transición, de la que forma parte la Comunidad.

La máxima representante del Gobierno autonómico en este foro incidió en las especiales dificultades que tienen las cuencas carboníferas de la Región para afrontar su reconversión socioeconmómica y mantener a la población.

Por ello, insistió en la necesidad de introducir factores de discriminación positiva que amplíen las posibilidades de concesión de incentivos en estas zonas y fondos estructurales específicos que aseguren que ningún territorio se quede atrás en este complicado proceso.

Incentivos para las empresas

«Es muy difícil atraer a nuevas empresas a los municipios mineros», aseguró la consejera en la Eurocámara. Por este motivo, consideró que «sería muy interesante» proporcionar incentivos «para las grandes empresas, que cubran una amplia tipología de sectores entre los que se incluyan la energía, la agricultura, la ganadería o la industria».

En su intervención, Del Olmo intentó «poner en el mapa a Castilla y León», donde, lamentó, que a causa del descenso de la actividad minero en los últimos diez años se ha pasado de dar trabajo a «más de 2.000» trabajadores «a menos de 400 desde 2011». «Los establecimientos comerciales en esa área se han reducido el 35 por ciento en la última década», indicó la consejera.

La representante castellano y leonesa también aquejó que, debido al descenso de la actividad minero, ha disminuido la población con «solo 12 habitantes por kilómetro cuadrado», con una disminución total de «11 por ciento en los últimos diez años».

Ante esta situación, defendió el Plan de Dinamizacion Económica para «incrementar la actividad económica, capacitar a los trabajadores, diversificar la economía e invertir en investigación».

Por último, apoyó la supervivencia de un «5 por ciento de carbón» porque actúa «como un motor socioeconómico».