Castilla y León

Puente defiende su trabajo al frente del Ayuntamiento de Valladolid

Asegura gobernar desde el diálogo pero rechaza el pacto ofrecido por el PP por no «ser creíble»

El alcalde de Valladolid, Óscar Puente, conversa con el portavoz del Grupo Popular, José Antonio Martínez Bermejo
El alcalde de Valladolid, Óscar Puente, conversa con el portavoz del Grupo Popular, José Antonio Martínez Bermejolarazonfreemarker.core.DefaultToExpression$EmptyStringAndSequenceAndHash@69f48aa5

Asegura gobernar desde el diálogo pero rechaza el pacto ofrecido por el PP por no «ser creíble».

El alcalde de Valladolid, Óscar Puente (PSOE), defendió ayer en el Debate sobre el Estado de la Ciudad que la localidad ofrece una imagen «positiva» es Castilla y León y en España con «otra forma de gobernar» desde el diálogo, el respeto, la pluralidad, la transparencia y la participación, pero rechazó el pacto ofrecido por el presidente del Grupo Municipal Popular, José Antonio Martínez Bermejo, al considerar que «no tiene palabra» ni puede «fiarse» de él ante la oposición realizada en estos últimos doce meses.

En el primer debate de este tipo celebrado en la capital vallisoletana, Puente defendió las políticas llevadas a cabo por su equipo en su primer año de mandato y destacó el «enorme cambio» con respecto al anterior gobierno del Partido Popular.

En un encuentro en el que participaron todas las fuerzas políticas del Consistorio, el primer edil subrayó la importancia del debate ante la, a su juicio, «etapa oscura» donde el el anterior alcalde, Javier León de la Riva (PP), era «juez y parte» de lo que acontecía en el Ayuntamiento.

El principal arma con la que cuenta el ejecutivo municipal, según aseveró Puente, es el «diálogo», que se ha revelado como una herramienta «dinamizadora y cohesionadora» que ha permitido que en la ciudad se haya producido un «cambio histórico», donde cada partido puede «expresar sus opiniones libremente».

Sobre este año al frente del Consitorio, Puente destacó varios «cambios de tendencia» muy positivos, como el «acercamiento» entre las ciudades de Valladolid y León, que hace unos años era «impensable», pero que gracias a la «voluntad de dos alcaldes nuevos» ha sido posible y ha demostrado que, a pesar de partidos e ideas distintas, el diálogo y el entendimiento «son posibles».

Otras medidas destacadas en su intervención inicial fueron el aumento de la «transparencia» en el Ayuntamiento y sus «cuentas» o la lucha por «bajar los impuestos» a los ciudadanos, como la supresión de la «tasa de basuras», sin que ello haya supuesto «un aumento del Impuesto sobre Bienes e Inmuebles (IBI)», lo que ha dado como resultado que los vallisoletanos paguen «10 millones de euros menos» al ejecutivo municipal.

Algunos de los temas que suscitaron más tensión y disputa entre la oposición y el equipo de Gobierno fueron los relacionados con el soterramiento de las vías del tren en la ciudad y los planes urbanísticos con los que el Ayuntamiento pretende dar un impulso en su legislaturam como el Parque Agroalimentario o la Ciudad de la Justicia.

En cuanto al «pacto en positivo» al PSOE de Puente ofrecido por Martínez Bermejo (PP) durante su primera intervención, el primer edil lo rechazó por no estimarlo «creíble».

Esta propuesta con doce «grandes temas», llamada «Pacto por Valladolid en Positivo», supone, en palabras de Martínez Bermejo, que su grupo está «dispuesto a olvidar las diferencias de un año de gestos y nula gestión por el bien de la ciudadanía».

Algunas de las proposiciones que contemplaba este intento de pacto versaban sobre los asuntos de actualidad de la ciudad, como el mencionado soterramiento, el Plan General de Ordenación Urbana, los servicios sociales, el empleo o la fijación de población.