Sale a la luz el escrito más antiguo de Peñafiel, de 1796

De la mano de la Asociación Histórico Cultural Torre del Agua de Peñafiel se ha recuperado para esta localidad vallisoletana parte de su legado histórico: el primer escrito de este municipio ribereño, que data del año 1796. «Memorias de la Villa de Peñafiel y Compendio Histórico de los principales acaecimientos de la vida y milagros de Don Juan Manuel» es el título del manuscrito original que se conserva en el archivo del convento de San Pablo peñafielense, y que ahora se ha transcrito con la ortografía actual «aunque respetando algunas licencias de cómo se escribía en aquella época», según señala a este periódico Jesús Tejero, miembro de la asociación.

El texto no tiene autor aunque por algunas referencias y descripciones encontradas en la obra «Memoria histórica de Peñafiel» de José Pazos publicada en 1880, parecer ser que la historia más antigua de la Villa la escribió en unas notas inéditas el presbítero Antonio de las Nieves, profesor regio de Retórica y Poética en Peñafiel a finales del siglo XVIII. Jesús Tejero explica que el origen de este manuscrito procede de la obra «Diccionario Geográfico Histórico de España» del académico de Historia y geógrafo del Rey Carlos IV, Tomás López y Vargas de Machuca, que envió a todas las ciudades y pueblos un cuestionario donde pedía datos geográficos, administrativos y mapas de cada lugar y comarca.

Y, aprovechando las respuestas a esas preguntas, fue cuando se gestó la primera historia escrita de Peñafiel. En la primera parte se habla de esta Villa como cabeza de arziprestazgo, de su carta de Fundación, en el año 947, y se describe como era la vida en aquella época, tanto en lo que se refiere al gobierno municipal, las viviendas, los mesones, la muralla que rodeaba al pueblo o las iglesias que había. También se refleja la actividad agraria fundamentada en el cereal, las frutas y verduras que producía la tierra e incluso el vino tinto «de mediana calidad» que ya se elaboraba entonces o las ferias existentes. En la segunda parte se hace referencia a la vida y andanzas de Don Juan Manuel, miembro de la Casa Real e hijo del infante Manuel de Castilla, que dejó para la historia los cuentos de El Conde Lucanor.