«Sobremesa Celestial» o cómo contar la actualidad cristiana con humor y mucho picante

Ya lo dijo en sus conocidas bienaventuranzas el pensador, escritor y teólogo inglés, Tomás Moro, venerado como santo por los católicos: «Felices los que saben reírse de sí mismos, porque nunca terminarán de divertirse».

Pues bajo esta premisa y con el único ánimo de contar con humor y mucho picante, las noticias de actualidad de la Iglesia Católica pero también de la vida misma, el pasado viernes arrancaba una nueva temporada, la tercera, de «Sobemesa celestial».

Las viñetas que ven la luz cada viernes en la cuenta de twitter @mesacelestial, de la mano del guionista Alberto Díez y el dibujante Agustín de la Torre, desde Valladolid y Sevilla respectivamente. «Dibujamos con R de Risas y Reino. Con B de Bienaventuranzas y Buena Nueva. Sembradores de humor en corazones. Recolectores de carcajadas del alma», reza en este perfil de esta red social, que cuenta con 315 seguidores. «No son muchos pero poco a poco nos van conociendo y se están sumando nuevos adeptos», señala a LA RAZÓN Alberto Díez, quien aunque reconoce que les gustaría tener una mayor difusión, tampoco es algo que les quite el sueño.

«Lo que nos importa es poder trasladar la idea de fondo, que no es otra que tratar los temas que afectan a la sociedad, en general, y a los cristianos, en particular, con gracia y quitar hierro a determinados asuntos para poder vivir con más alegría que tanta falta hace hoy en día», asegura la mitad vallisoletana de este proyecto gráfico.

«Además -prosigue- tenemos mucha suerte, porque en la Religión Católica hay mucho humor y tiene chistes para dar y tomar».

El guionista explica a este periódico que enganchar a la gente en los valores cristianos y vivir los momentos especiales de la Iglesia de otra manera y fuera de la parafernalia habitual, sobn otros de los objetivos que persiguen con «Sobremesa celestial».

Dios y San Francisco de Asís, sentados en una mesa mientras almuerzan y beben vino tinto de un porrón, protagonizan estas originales viñetas -siempre dos; la primera con el chiste y la segunda con los personajes riéndose-, que en esta tercera tanda mantendrán el formato y, sobre todo, el humor surrealista que les caracteriza.