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Zamora

Un proyecto educativo en Zamora busca «borrar» el vandalismo en el patrimonio

«No pintan nada 2.0» llega a las aulas de cuarto de la ESO de tres institutos de la capital zamorana

Aalumnos de varios centros educativos de Zamora conocen sobre el terreno los daños causados al patrimonio cultural de la ciudad
Aalumnos de varios centros educativos de Zamora conocen sobre el terreno los daños causados al patrimonio cultural de la ciudadlarazon

Se trata de uno de los problemas más acuciantes que vive el patrimonio en general. Actos vandálicos, sobre todo numerosas pintadas, que deslucen los monumentos y que suponen además, una inversión a mayores y, muchas veces millonaria, para revertirlos a su aspecto original. Una fuente de riqueza importante, sobre todo para pequeñas ciudades, que pueden suponer un grave perjuicio económico además de desanimar al turista y que se lleve una gran decepción.

Una cuestión muy pronunciada en una de las capitales de la Comunidad, como es Zamora, que cuenta con un ingente patrimonio de estas características, en especial vinculada al románico. Es, por ello, que un buen día, cuatro amigas de la capital decidieron que había que buscar una solución y de ahí surgió el proyecto, que denominaron «No pintan nada», y que consiste en acercarse a las aulas y concienciar a los alumnos de la magnitud de este problema.

Una de sus promotoras es Beatriz Barrio, arquitecta de profesión, y que en la actualidad saca adelante un máster sobre Gestión Patrimonial. «Existía un problema histórico que estaba afectando al centro de la ciudad y al casco urbano y lo que buscámos es llamar la atención sobre lo que suponen estos actos y sensibilizar a través de la Educación. Y con ello, pretendíamos minimizar los daños en la mayoría posible», manifiesta en declaraciones a LA RAZÓN.

Una buena idea cuyo guante recogió la delegación provincial y que se llevó a cabo durante el pasado curso en dos centros educativos de la ciudad y que este año llegará a tres, donde se impartirán nociones teóricas y de campo a alumnos de cuarto de la ESO de la Santísima Trinidad, el Maestro Haedo y la Medalla Peligrosa.

Una iniciativa muy interesante que ha llamado también la atención del Ayuntamiento de la ciudad y de la Fundación Caja Rural de Zamora, que se han implicado de manera sobresaliente para poner en marcha a lo largo de este año la segunda edición bajo el nombre de «No pintan nada 2.0».

Beatriz Barrio explica que cuando llegan a las aulas eligen un edificio histórico y a partir de ahí analizan su valor, tanto de manera objetiva como subjetiva, se muestra en que estado se encuentra en la actualidad, para posteriormente abrir un debate de cómo afecta a la sociedad y a la ciudad su estado de deterioro.

«Hay que concienciarles de la pertenencia de este tipo de monumentos. Es una herencia del pasado que es suya y que deben cuidar», reivindica Recio que asegura que en las actividades que han llevado a cabo ya, los alumnos se encuentran muy «motivados» y reaccionando «muy bien» y «dándose cuenta de lo escandaloso que puede llegar a ser a los ojos de los visitantes».

Precisamente esta iniciativa se presentaba a nivel nacional el pasado mes de octubre en la Reunión de Asociaciones y Gestores Culturales de Hispania Nostra y allí la gente, además de aplaudir la originalidad de esta idea «se echaba las manos a la cabeza cuando se proyectaron imágenes de esvásticas decorando la muralla posterior a San Isidoro».

Una metodología que según Beatriz Barrio es exportable, pero que «ojalá que llegue un momento en que estas acciones no tengamos que hacerlas al acabarse las pintadas».