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Una venganza tras el asesinato de la líder del PP en León Isabel Carrasco

Isabel Carrasco fue rematada en el suelo tras recibir varios disparos cuando iba a la sede del partido. La hija de la agresora había perdido un juicio tras ser despedida de la Diputación que presidía la víctima

Efectivos de la Policía junto al cadáver en el Paseo de la Condesa de León
Efectivos de la Policía junto al cadáver en el Paseo de la Condesa de Leónlarazon

Las detenidas son Montserrat González y su hija Monserrat Triana Martínez, una ingeniera que perdió hace unos días un juicio por despido contra la Diputación y que fue candidata del PP en las municipales de 2007. El inspector jefe de la Policía de Astorga es el padre y el marido de las arrestadas

Una venganza personal en relación con un despido laboral. Éste es, según todos los indicios, el móvil del asesinato de la presidenta de la Diputación de León y del Partido Popular en esta provincia, Isabel Carrasco, que se produjo ayer, poco después de las cinco de la tarde, cuando se dirigía desde su domicilio a la sede del PP, donde había quedado con otros militantes.

Iban a viajar juntos al mitin de la campaña de las Elecciones Europeas que se iba a celebrar, y fue suspendido, en Valladolid, con asistencia del jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy.

La noticia del asesinato de Carrasco, que murió como consecuencia de dos o tres (lo determinará la autopsia) de los cuatro disparos que contra ella se efectuaron a corta distancia, generó todo tipo de especulaciones.

La rápida detención por la Policía Local, de la presunta autora, María Montserrat González Fernández, y, posteriormente, de su hija, ingeniera de telecomunicaciones de profesión, que había sido despedida hace dos años de la Diputación de León, permitieron orientar las investigaciones en un sentido que permitía descartar otras hipótesis, incluida la terrorista. Según ha sabido LA RAZÓN, Montserrat Triana –la hija– mantenía desde su despido un litigio legal con la institución y hace cuatro días recibió la comunicación de que el fallo era contrario a sus intereses.

El crimen se produjo cuando Isabel Carrasco, de 59 años, cruzaba una pasarela sobre el río Bernesga que une el Paseo de la Condesa de Sagasta, a la altura del centro de salud, con el Paseo de Salamanca. Testigos presenciales señalaron que se vio huir corriendo del lugar a dos personas, que gritaban «está muerta, está muerta». Una doctora atendió a Carrasco, pero ya no se podía hacer nada para salvar su vida. Al parecer, el arresto de la presunta autora de los disparos, que es la madre (de 55 años) de la despedida de la Diputación, se produjo cuando se alejaba del lugar en un vehículo marca Mercedes.

Sin embargo, los investigadores no tenían anoche totalmente confirmado si esta mujer era la autora, o había sido su hija, Montserrat Triana, de 35, que fue detenida con posterioridad. Para ello, se les estaba realizando la prueba de la parafina, que permite detectar la presencia de pólvora en las manos. La labor de un policía jubilado, que paseaba por las inmediaciones en el momento en que acaecieron los hechos, fue determinante para que los arrestos se pudieran producir con tanta inmediatez.

La madre fue capturada por agentes de la Policía Local, que la entregaron al Cuerpo Nacional de Policía, que fue el que detuvo a la hija. En el interior del coche fueron encontrados unos guantes y un gorro, pero no el arma.

Tras perpetrar el crimen, la autora se deshizo la pistola o revólver, que, al cierre de esta edición era buscada por las Fuerzas de Seguridad, ya que las arrestadas se negaron, en un principio, a colaborar en las investigaciones.

El marido y padre de las detenida es P. M., inspector jefe del Cuerpo Nacional de Policía destinado en la comisaría de la localidad leonesa de Astorga. Ayer comunicó a sus superiores que tenía en su poder su arma reglamentaria, por lo que se investiga cómo llegó a manos de la autora del asesinato la pistola o revólver con el que se cometió el crimen. El cadáver de Isabel Carrasco, cubierto con una sábana, permaneció en la pasarela hasta que, alrededor de las ocho de la tarde, el juez de guardia ordenó el levantamiento del cuerpo y su traslado a dependencias del Instituto Anatómico Forense, para que le fuera realizada la autopsia. Uno de los primeros en llegar al lugar fue el novio de Isabel Carrasco y con posterioridad lo hicieron militantes del partido; el alcalde de la ciudad, Emilio Gutiérrez, y varios concejales, así como numerosos ciudadanos, que no daban crédito a lo que había ocurrido, dentro de la natural consternación.

El director general de la Policía, Ignacio Cosidó, se desplazó, nada más tener noticias del crimen, a León ya que son los agentes de este cuerpo los encargados de llevar a cabo las investigaciones.

En rueda de prensa celebrada ayer, el delegado del Gobierno en Castilla y León, Ramiro Ruíz Medrano, subrayó que la investigación está abierta para esclarecer «lo antes posible» todo lo sucedido y determinar el móvil que ha llevado a esta «sinrazón». Asimismo, señaló que, hasta el momento, a las Fuerzas de Seguridad no les consta que Isabel Carrasco hubiera recibido ningún tipo de amenaza.