Unicaja
Unicaja apura ahora sus opciones de hacerse con Caja España-Duero
La supervisión europea y las exigencias de Medel, los escollos
Casi dos años después de dar sus primeros pasos, la fusión del actual Banco Ceiss (cuyo origen fue la alianza entre Caja España y Caja Duero) con Unicaja Banco puede quedarse en agua de borrajas.
Casi dos años después de dar sus primeros pasos, la fusión del actual Banco Ceiss (cuyo origen fue la alianza entre Caja España y Caja Duero) con Unicaja Banco puede quedarse en agua de borrajas. Y, como si de un culebrón futbolístico de verano se tratara, la entidad malagueña, ahora llama a todas las puertas y trata de apurar sobre la bocina la posibilidad de hacerse con una entidad a la que ha hecho esperar por las ansias de su máximo responsable, Braulio Medel, de una mayor cuota de representación. Un trozo de pastel que en un principio se había establecido en un nada desdeñable ratio del 70 por ciento, frente al 30 por ciento que asumiría la que, en su momento, fue calificada como la «supercaja» de Castilla y León. Ahora, en caso de fructificar, el acuerdo será mayor.
Eran muchas las ventajas aireadas por los responsables de ambas entidades en sus respectivos territorios, la compatibilidad de redes comerciales y la ampliación de un negocio que las autoridades europeas se han encargado de acotar y que, en Ceiss va a poner en la calle a cientos de empleados.
Desde la capital de la Costa del Sol, aseguran que no van a tirar la toalla, pero, como ocurre con esas maratonianas negociaciones que acaban el 31 de agosto en los despachos deportivos, el «transfer» debe llegar desde fuera. Concretamente, desde Europa. Y, aunque Medel advirtió que preferiría que la UE recapitalizara Ceiss con una inyección directa de fondos (los 604 millones de euros que en su día anunció el comisario Joaquín Almunia), la opción más factible parece la imposición de un préstamo a través de bonos convertibles contingentes a Unicaja.
Las conversiones siguen en pie, con la presencia de representantes de ambas partes, pero también del actual propietario de la entidad castellano y leonesa, el Estado- a través del FROB-. Fuentes próximas a las negociaciones aseguraban a Efe que la oferta de la entidad malagueña es «la mejor para el contribuyente», puesto que no pide garantías y el grupo tiene capacidad suficiente para devolver al Estado el préstamo que recibiría más sus intereses. La salida, en el caso de que no se llegue al ansiado acuerdo -lastrado por el agujero patrimonial de 288 millones de euros de Ceiss-, será la inyección de capital a ésta, tras lo que se buscará un comprador, para el que ya hay candidatos, como el Sabadell o la Kutxa.
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