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40 amigos devuelven 40 recuerdos a Maragall

La Fundación Maragall celebra 10 años de lucha contra el Alzheimer con un libro que salva vivencias del olvido

40 amigos devuelven 40 recuerdos a Maragall
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La Fundación Maragall celebra 10 años de lucha contra el Alzheimer con un libro que salva vivencias del olvido.

De entre todas las cosas que Pasqual Maragall ha logrado en su vida, hay una que jamás ha salido publicada y tiene mérito. Consiguió hacer realidad una nota de un vale de regalo escrita a mano. En la fiesta de su 70 aniversario, su equipo de seguridad se olvidó del regalo. E improvisó una nota con un vale por un viaje para hacer el Camino de Santiago. Maragall no tardó ni un año en tener su regalo. El 3 de julio de 2011, bajó con su equipo de escoltas en la estación de tren de Sarria. «Éramos siete peregrinos», recuerda Frank González, uno de los escoltas. «Habíamos planeado cubrir los últimos cien kilómetros del camino en cinco etapas, pero Maragall desbarató el plan. Nos fuimos comiendo los kilómetros vorazmente y al cuarto día estábamos en Santiago», cuenta en el libro «Recuerdos», que RBA presentó ayer con motivo del décimo aniversario de la Fundación Pasqual Maragall que lucha contra el Alzheimer.

Quizás Maragall no recuerda que cantaba «La Marsellesa» para animar a los peregrinos a seguir hacia adelante: «Allons enfants». Pero lo hace Frank por él y así el recuerdo se mantiene vivo. Igual que los 40 momentos que 40 amigos suyos relatan en un libro que descubre por qué Maragall tiene tantas personas que lo quieren.

¿Saben aquel que dice que quien da, recibe? Pues Maragall es un ser generoso. El director de teatro Lluís Pasqual lo define así: «Con él se crea eso que ahora llaman empatía. Ocurre como con los grandes actores, que aunque interpreten para toda la sala, cada espectador tiene la sensación de que está interpretando únicamente para él. Es una sensación fantástica». Su jefa de prensa en el Ayuntamiento de Barcelona, Àngela Vinent, recuerda cuando se fue a vivir a casas de vecinos de Barcelona. Siempre que volvía al Carmel, llamaba a su anfitriones, Paco y Libe. A Edurne Iturmendi, la educadora que le ha acompañado en estos seis años de Alzheimer le asombra su capacidad de emocionar y emocionarse, de colocarse en la realidad de otra persona o compartir su humor.

Como Iturmendi, la cantante Silvia Pérez Cruz lo conoció ya con Alzheimer. A Maragall le encantan sus canciones y a ella «cada vez que nos vemos». La música ha tejido entre ellos una relación de enorme cariño.

Otro ejemplo de esta capacidad que tiene para relacionarse con la gente lo cuenta Queco Novell, el periodista que acabó haciendo parodia política por una entrañable imitación de Maragall. En verano de 2007, visitó la prisión de can Brians II con Maragall. Era un encargo periodístico. Al despedirse de los internos, Maragall prometió que volverían en Navidad. Novell no le dio importancia. Pero meses después, recibió una llamada. Y así fue como pasó un día de Navidad de 2007 en Can Brians II.

Marta Grabulosa, su jefa de gabinete tiene grabado en su ADN las últimas frases de la carta que envió a los concejales cuando dejó la alcaldía porque «contiene la esencia de lo que admiro de su pensamiento». Dice así: «Respeto a la posibilidad de cometer errores, por favor, seguid cometiéndolos si de eso depende no perder el espíritu de riesgo y de iniciativa. Siempre hay una segunda oportunidad, siempre habrá ocasión de corregir. El único error incorregible es la ausencia de vida, de proyectos (...) Y la falta de honestidad».

Aunque fuera president de la Generalitat, para los barceloneses es y será «el alcalde». Y no quería serlo, explica Narcís Serra, que relata que tuvo que llamar a su padre para que le ayudara a convencerlo. El libro trenza política y vida. Serra, con quien se conoció en la Universidad de Barcelona, le llevó el ramo de novia a Diana Garrigosa. De su época de estudiante, Eduardo Mendoza recuerda que le dejó un colchón en el suelo de su apartamento de Nueva York. Estudiaba en la New School y «un alumno de allí era un individuo de una sólida formación intelectual», afirma el Premio Cervantes.

Maragall será recordado por ser un visionario y situar Barcelona en el mundo, pero su amigo, José Antonio García-Duran, que que le presentó a Diana Garrigosa, destaca el día que inauguró la acera del Triangle de Plaza Cataluña «un lugar poco transitado, y que uniría la rambla popular con la rambla de los señoritos».