46 detenidos por guiar a turistas hasta clubes cannábicos ilegales en Barcelona

Los locales están en casco antiguo de la ciudad

La Guardia Urbana y los Mossos d’Esquadra arrestaron a 46 personas, por presuntamente contactar con turistas e indicarles locales donde podían comprar y consumir ilegalmente marihuana en el casco antiguo y el barrio Gòtic de Barcelona.

Estos locales son asociaciones canábicas que no están autorizadas para la venta de marihuana u otras sustancias estupefacientes, según informaron ambos cuerpos policiales en un comunicado emitido ayer.

Operativo conjunto

Las detenciones son resultado de un operativo conjunto que arrancó el mes pasado, y que terminó el viernes por la noche, en los alrededores de la Rambla de Barcelona, donde están algunas de las asociaciones en las que se vende cánnabis de forma ilegal.

Desde 2015, 75 asociaciones cannábicas han sido clausuradas en Ciutat Vella por vender marihuana o hachís de forma ilegal o por hacerlo al amparo de licencias concedidas para otra actividad.

De las 35 asociaciones cannábicas con licencia en Ciutat Vella, 30 están en situación regular, dos fueron precintadas judicialmente, una fue cerrada y otras dos cambiaron su actividad.

Básicamente, los detenidos se dedicaban a captar turistas que desconocen por completo el sistema legal del país, y les ofrecían drogas indicándoles las asociaciones cannábicas donde poder adquirirlas. Los arrestados son de origen magrebí.

Mossos y Guardia Urbana también añadieron que los objetivos de estos dispositivos se centran en intensificar el patrullaje de paisano en las zonas por esta modalidad delictiva, y detectar a estas personas que ofrecen marihuana a los turistas.

Al parecer, una vez detectados, los agentes les hacen seguimiento hasta que llegan a las asociaciones cannábicas cercanas a la Rambla. De momento, este tipo de dispositivos se mantendrán, con el objetivo de reducir la actividad delincuencial que se realiza relacionada con este tipo de asociaciones. No es nada nuevo que operen de forma conjunta Mossos y Guardia Urbana. Lo demuestra el hecho que, uniformados, mantienen patrullas mixtas en el Metro.

Todo ello se podría englobar dentro de una ofensiva policial que ha crecido en los últimos meses en estas zonas de la ciudad, sobre todo en el barrio del Raval. El motivo principal es la presencia de los polémicos narcopisos, mucho más molestos que las asociaciones cannábicas.