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Argel en el Liceu

El coliseo barcelonés acoge una nueva producción de la célebre obra de Rossini

Una imagen de «L'italiana in Algeri», que sube ahora al escenario del Gran Teatre del Liceu / Foto: A. Bofill
Una imagen de «L'italiana in Algeri», que sube ahora al escenario del Gran Teatre del Liceu / Foto: A. Bofilllarazon

El coliseo barcelonés acoge una nueva producción de la célebre obra de Rossini.

El Gran Teatre del Liceu acaba el año con la hilarante y colorista «L’italiana in Algeri», coincidiendo con el 150 aniversario de la muerte de Gioachino Rossini, en una producción que será retransmitida el 18 de diciembre a 125 salas de cine de toda Europa gracias a un acuerdo con RTVE e Hispasat. Treinta y seis años después de su última representación, regresa al coso de la Rambla esta farsa cómica en dos actos, con Riccardo Frizza en la dirección musical, Vittorio Borrelli en la dirección de escena y dos repartos encabezados por Varduhi Abrahamyan, Maite Beaumont, Luca Pisaroni, Simón Orfila, Maxim Mironov y Edgardo Rocha.

Ópera bufa, que juega la carta de la liberación de la mujer, cuenta con personajes como Isabella, quien, según Borrelli, «es capaz de subvertir todo el orden tradicional de Argelia». «Pasamos de un mundo en el que los hombres son los que gobiernan a otro en el que esta mujer nos anticipa el feminismo», destacó.

A su juicio, los personajes femeninos en Rossini –que escribió esta pieza con apenas 21 años– «son más fuertes e interesantes que los masculinos».

De este montaje, «de teatro dentro del teatro», llama la atención, asimismo, que al final del segundo acto, durante la ceremonia en la que se inviste a Mustafá como bei de Argel, se cocinarán ante el público un par de suculentos platos italianos que incluyen unos tagliatelle con queso parmesano reggiano y una salsa de tomate.

El tenor Maxim Mironov, que pone voz al personaje de Lindoro, un italiano prisionero en Argel, bromeó que este hecho es una «tortura» para los solistas porque pueden oler la comida pero «no la podemos disfrutar».

Tampoco dejó pasar, en el mismo tono, que el hecho de que la ópera se retransmita a cines de toda Europa y no solo a los espectadores de la sala se convierte en «algo peligroso» porque en una de las escenas algunos de los intérpretes aparecen en un baño turco «medio desnudos».

La mezzosoprano Varduhi Abrahamyan, que igual que Pisaroni y Mironov debuta en el teatro barcelonés, agradeció al Liceu la posibilidad de poder participar «en esta producción fantástica, con un gran director de orquesta y otro de escena», en un montaje «en el que nos divertimos muchísimo».

Para la cantante, «cada representación y cada día es diferente y, afortunadamente, Vittorio Borrelli no nos dice nada y parece contento de que nos lo pasemos tan bien». Sobre su personaje apuntó que tiene un carácter autoritario pero es, asimismo, instintiva, «capaz de encontrar de forma inmediata una solución a cada problema». «He vertido mucha energía en el personaje, que me encanta, y espero que el público eso lo pueda sentir».

En los mismos términos se expresó Luca Pisaroni, en el papel de Mustafá, quien afirmó que en esta obra «uno tiene que ser muy serio para hacerla cómica y agregó que «el público verá que disfrutamos en el escenario».