Auténtica cocina italiana con Salerno como epicentro

El restaurante Pomodoro apuesta por una gastronomía que reproduce con fidelidad los sabores de las recetas transalpinas.

La gastronomía italiana goza de una gran aceptación a nivel mundial, pero realmente son muy escasos los restaurantes que reproducen fielmente la cocina típica del país transalpino. Y en ese aspecto radica precisamente el valor del restaurante Pomodoro, inaugurado en diciembre de 2016 a iniciativa de Franceso Cali y su socio, Toni Fandango.

«Todos los productos con los que trabajamos vienen de Italia; de cada sitio en concreto nos llega el mejor producto: la carne, los embutidos y quesos, los tomates...», asegura Francesco para a continuación especificar que «el tomate amarillo y el rojo vienen de Nápoles, el pesto de pistacho es de Sicilia, los helado nos llegan de Calabria y el café o los croissant, de Salerno». «Nosotros trabajamos con productos que no tiene nadie aquí como la carne Chianina o la Fiorentina, típicas de la Toscana y las mejores de Italia», pone de relieve el propietario, quien señala que esa autenticidad y exclusividad del producto queda patente también en la carta.

«Hacemos una cocina italiana en la que la gastronomía típica del Salerno juega un papel predominante» indica Francesco y aclara que si bien el restaurante cuenta en su oferta con pastas y pizzas y otros platos tan conocidos y manidos de la cocina transalpina, «nosotros los elaboramos con autenticidad y ofrecemos otros que el comensal solo podrá degustar aquí», como la pizza Salerno, con tomate rojo, mozzarella y burrata; la Positano, con mortadella con corteza y pesto de pistachio de Sicilia; o la pasta de de parpardelle al profumo di tartufo e porcini.

Y es que el fin último es que el comensal barcelonés pueda disfrutar de los verdaderos sabores italianos. Hasta tal punto es ese el propósito que el restaurante cuenta con un horno de leña para elaborar las pizzas construido por artesanos napolitanos con materiales del Vesubio. Del mismo modo, tanto el cocinero, como el pizzero y todo el equipo del Pomodoro es de origen italiano

Además, complementan la oferta de la carta su dos menú ejecutivos, uno por 12,90 euros y otro por 14,90, así como los productos de desayuno y merienda, los cuales también son auténticamente italianos y elaborados en el establecimiento. «El pan lo hacemos nosotros, las pastas son italianas y el café también», asegura Franceso, que incluso pone de relieve que la «máquina de hacer café también es italiana». «no es una cafetera de las que apretas un botón y cae el café a chorro, sino que funciona con palanca, por lo que sale a gotas».

Y todo ello sucede en un entorno con aire italiano, pero «con un toque elegante». «Las baldosas de la barra o de la pared del horno son traídas de Italia, igual que la madera y el parquet, mientras que las mesas las he elaborado un carpintero italiano», explica el propietario, quien apunta que al margen del comedor principal, el restaurante cuenta con un zona más recogida e íntima , a la que se le puede dar el uso de reservado, y el espacio destinado a desayunos y meriendas, el cual está ubicado justo a la entrada del establecimiento, frente al horno de leña en el que se elaboran las pizzas a la vista de los clientes.

Además, en el piso inferior, en una especie de sótano, se encuentra lo que ellos llaman el club, un pequeño espacio con sofás y mesas bajas, en el que disfrutar de la música y una copa hasta las 3 de la madrugada una vez acabada la cena. Por último, el Pomodoro cuenta con un pequeño expositor a la entrada en el que se exhiben algunos de los productos más típicos y originales italianos, los cuales están a la venta .