Cáritas denuncia que un tercio de los barceloneses vive en hogares precarios

Nuevo estudio e informe más que preocupante emitido por Cáritas Diocesana de Barcelona, en esta ocasión sobre las condiciones del acceso a la vivienda en la ciudad. Según avisó ayer la entidad benéfica, un 36 por ciento de los barceloneses no disfruta de una residencia decente, lo que afecta a un 44 por ciento de los niños.

Nuevo estudio e informe más que preocupante emitido por Cáritas Diocesana de Barcelona, en esta ocasión sobre las condiciones del acceso a la vivienda en la ciudad. Según avisó ayer la entidad benéfica, un 36 por ciento de los barceloneses no disfruta de una residencia decente, lo que afecta a un 44 por ciento de los niños.

El informe de Cáritas expone varios factores para explicar esta grave situación, en lo referente al perfil de personas que sufren este problema. Aparte de los citados niños, se trata de desahucios, viviendas en malas condiciones de salubridad, problemas para pagar el alquiler de gente en paro, entre otros elementos.

Cáritas señaló que esta situación se extiende a los 26 municipios del área metropolitana que cubre la entidad. Un tercio de la población en un estado precario en lo referente a la vivienda, y muchos de ellos son extranjeros.

El estudio se llama «La llar és la clau» e incide en otra problemática, la de las personas en paro. Por ello, las viviendas precarias afectan al 69 por ciento de la gente sin trabajo. También el 72 por ciento de los extranjeros.

«Insostenible»

El director de Cáritas, Salvador Busquets, denunció que «la situación de la vivienda en Barcelona es insostenible, no hay viviendas», a lo que sumó la grave afectación para una parte importante de los más pequeños. Otro problema es que es muy difícil salir de esta situación si se tiene que destinar una parte de muy importante de los ingresos se destina a este pago. «No conseguimos que personas sin vivienda puedan tener acceso, pese a que hay miles de viviendas vacías», lamentó, antes de pedir la intervención de las administraciones públicas.

Por su parte, la responsable de análisis social e incidencia de Cáritas, Miriam Feu, remarcó que otro problema es que el «modelo social y económico actual no protege a las personas que, a pesar de tener un sueldo, no pueden acceder a la vivienda».

Fey señaló que el 53,1 por ciento de las personas que tienen la vivienda en régimen de alquiler en Barcelona dedican más del 40 por ciento de sus ingresos a pagarlo, mientras que la media en toda España es del 42 por ciento, y la europea, del 25 por ciento.

Estas opiniones se vinculan con las numerosas críticas vertidas sobre la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, precisamente sobre su política de vivienda social, y más aún, teniendo en cuenta su antiguo activismo contra los desahucios.

Teniendo en cuenta los citados ejemplos, el estudio también constata que casi tres de cuatro extranjeros no comunitarios no consiguen tener tener una vivienda digna, por lo que sufren más casos de hacinamiento, fianzas o requerimientos abusivos para acceder a un hogar. Además, la entidad lamentó que actualmente la vivienda «se trata desde una visión economicista de bien e inversión, en lugar del derecho que representa».