Fotografía

Carme Garcia, una mirada moderna desde las azoteas de Barcelona

Una exposición recupera la obra de esta fotógrafa en el Arxiu Fotogràfic de Barcelona

Una de las imágenes de Carme Garcia que se exponen ahora en el Arxiu Fotogràfic de Barcelona
Una de las imágenes de Carme Garcia que se exponen ahora en el Arxiu Fotogràfic de Barcelonalarazon

Una exposición recupera la obra de esta fotógrafa en el Arxiu Fotogràfic de Barcelona

La obra fotográfica de Carme Garcia merecía el reconocimiento de todos. Y eso es lo que encontramos en la exposición que ha abierto las puertas en el Arxiu Fotogràfic de Barcelona donde se puede ver la amplitud de temas tocados por esta autora, en la mayoría de ocasiones con la capital catalana como principal protagonista.

La muestra recupera la producción de Garcia a partir de con cerca de 300 imágenes tomadas entre los años 30 y 80. En ellas se percibe que su fotografía era de una gran modernidad, a la altura de los grandes maestros del momento.

El recorrido propuesto por el Arxiu se inicia con una serie fotográfica realizada por Carme Garcia desde la azotea de su domicilio en la calle Avinyó y que se convierte de alguna manera en su estudio, pero también en una ventana abierta hacia la realidad social de Barcelona. Porque ella lo capta todo: desde trabajadores arreglando un edificio cercano a la instalación de la estatua de la Mercè en la basílica que lleva su nombre, además de la gran nevada de 1962.

Pero no es éste el único tema que encontramos en la muestra. Carme Garcia también lleva su cámara a los interiores, captando escenas intimistas, prácticamente siempre protagonizadas por mujeres y, en alguna ocasión, autorretratándose.

La exposición continua con retratos, como el de un torero, un albañil que traba en la calle Avinyó o alguna vecina, todos ellos individualizados, brindándoles su propio y merecido protagonismo ante la cámara.

El objetivo de Carme Garcia también se trasladó a varias calles de su ciudad, como una irreconocible calle Arcs cuando todavía no contaba con el edificio del Colegio de Arquitectos, algunos lugares del barrio de la Barceloneta o el puerto de Barcelona, entre otros sitios. Una mención aparte la merecen los mercados que retrata de una manera íntima haciendo todo un arte de lo cotidiano.

La calle también es una metáfora de los momentos políticos, como cuando Carme Garcia se fija en las pintadas en la que se protesta contra el franquismo o cuando se fija en los barrios que están naciendo en una Barcelona que no hace más que crecer.